DEDICACIÓN. Expone su Belén en la iglesia de la Trinidad. / LA VOZ
MANUEL ORTEGA BELENISTA

«No van a venir de otros países a cuidar de nuestras tradiciones»

El sanluqueño Manuel Ortega acaba de publicar 'Manual práctico de belenes' en Italia

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Más de 500 horas (cinco diarias durante tres meses) dedica Manuel Ortega a construir el Belén que inaugura hoy en Sanlúcar. Y es que es todo un profesional que incluso ha visto su libro Manual práctico de belenes (Editorial AE, 2004) traducido al italiano.

-El libro se vende ahora en Italia. ¿Supera este país a España en tradición belenista?

-En España se está viviendo un auge desde hace unos años y estamos en los primeros puestos a nivel mundial. Hay una Federación Internacional de Asociaciones Belenistas y España quizás tenga todas las papeletas para ser la presidenta este año.

-¿Qué otros países están en ese ranking?

-Aparte de Italia, hay países como Bélgica, Suiza, Alemania, Francia, algunos de Europa del Este y, sobre todo, países suramericanos, donde hay una gran tradición.

-Jerez es un referente a nivel nacional en este arte, ¿verdad?

-Jerez es uno de los pilares del belenismo de España. Yo destacaría tres lugares: Cataluña, la zona norte (incluida Madrid) y Andalucía. El estilo de Jerez es muy propio y de él han bebido otras asociaciones y también particulares.

-¿Qué se puede encontrar en Manual práctico de belenes?

-El libro es de 2004 y entonces había muy pocas publicaciones y las que había estaban desfasadas. Tuvimos mucho éxito, de ahí que haya salido también en Italia. La obra habla de cómo esbozar las ideas y preparalas, explica los materiales, las herramientas y describe las distintas técnicas de construcción. También entra en temas más complicados como la electricidad y los efectos especiales.

-¿Este auge del belenismo en España es a nivel profesional o también a nivel particular?

-No lo sé. Desde nuestra revista, Taller de Belén, queremos lanzar una campaña porque hay tradiciones, como la del mundo del belén y muchas otras que se están perdiendo porque estamos acogiendo otras costumbres como Halloween o Papá Noel. Yo siempre digo que no van a venir de los países anglosajones a cuidar de nuestras tradiciones.

-¿Está ganando terreno el árbol de Navidad de plástico?

-Ya es no sólo eso. El árbol tiene muchas connotaciones, se puede instalar pero que debajo se ponga el Belén, al menos, el misterio, para conservar nuestras tradiciones. A mí lo que me da rabia es ver tanto Papá Noel en los balcones y me mata ver en las tiendas de todo a cien árboles rosas y amarillos.

-¿Cómo ha montado su Belén este año?

-Estoy preparando una escena que se llama El taller de Nazaret, que es una escenificación de los evangelios: a la vuelta de José, María y Jesús de Egipto -a donde tuvieron que irse porque el Rey Herodes mandó matar a los niños nacidos en Belén menores de dos años- se enteraron de que uno de los hijos de Herodes gobernaba en Belén y decidieron vivir en Nazaret. El pasaje habla en concreto del taller de carpintero de José.

-¿Cuál es la figura que más le gusta y en la que pone más empeño?

-Últimamente estoy muy contento con la figura de San José. Cuando uno se adentra en el mundo del belenismo se pueden hacer dos cosas: o comprar la figura en serie -que se puede encontrar en cualquier parte- o buscar artesanos belenistas que modelen en barro una figura exclusiva, que no va a estar en otro sitio. Son figuras a palillo. El coste de estas figuras es muy elevado. Este año estreno en mi Belén siete figuras a palillo.

-¿Cuánto pueden alcanzar?

-San José, la Virgen María, el Niño y otras tres figuras más, 1.900 euros.

-¿Es fácil encontrar material y figuras para el Belén?

-Aquí se suelen encontrar en papelerías y también en el mercadillo que monta la Asociación Belenista de Jerez. En Sevilla hay un mercadillo impresionante y hay comercios especializados en belenes que tienen de todo: desde cacharrería, atrezzo, vegetación, material eléctrico, herramientas...

-Una idea para superar el río hecho de papel de aluminio.

-Decantarse por dos cosas: no tener miedo a realizarlo con agua natural -en el manual se explica cómo hacerlo- o recrear agua estancada. En el mercado hay resinas que imitan muy bien ese agua estancada de color transparente y brillante. Queda muy real.