Macron visitó el pasado viernes a las tropas francesas desplegadas en Mali
Macron visitó el pasado viernes a las tropas francesas desplegadas en Mali - Afp

La semana bonapartista de Macron

Un presidente enérgico da sus primeros pasos para «refundar» el modelo político francés

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Emmanuel Macron se ha instalado en el Elíseo a paso de carga, al frente del comando de élite que «limpia» el terreno a las tropas de «ocupación» con las que, tras hundir al PS, espera hundir o recortar la influencia de Los Republicanos (derecha). El más joven «general» desde Bonaparte ha comenzando a «refundar» el modelo político nacional, aspirando a influir más allá, en Europa.

Primeras decisiones a las 24 horas de llegar a la residencia oficial del jefe del Estado: Brigitte Macron, primera dama, y Alexis Kohle, secretario general del Elíseo, asumen el mando de la gestión política y audiovisual de las operaciones de control del poder. Instalada en unos despachos de modesta apariencia, con ventanas al patio del Elíseo, Brigitte Macron controla la imagen política y el «glamour» de su esposo.

La más poderosa de las agencias de paparazzi parisinas tendrá todas las exclusivas «rosa», montadas al ritmo político oportuno.

Desde la secretaría general del Elíseo, Kohle, director de gabinete de Macron cuando fue ministro de finanzas y exdirector financiero de la segunda empresa mundial de flete marítimo, controlará la comunicación política con el Gobierno, las administraciones y el futuro grupo parlamentario.

Primera reunión de trabajo, en secreto, con el comité de campaña de su partido, ¡En Marcha!. Una docena de exministros y diputados conservadores y otra docena de exministros socialistas serán veladamente apoyados para facilitar su elección como diputados el 11 y 18 de junio y que así puedan «colaborar» o «integrarse» más tarde en el partido del presidente y/o en su previsible mayoría parlamentaria. Nathalie Kosciusko-Morizet, exministra de Sarkozy; Christian Estrosi, alcalde de Niza (próximo a Sarkozy); Bruno Le Maire (exministro de Sarkozy, primer titular de economía de Macron), entre otros candidatos conservadores, podrán beneficiarse de la ausencia de rivales de ¡En Marcha!. Manuel Valls, exprimer ministro de Hollande, y los exministros Stéphane Le Foll y Myriam El Khomri también se beneficiarán de la «gracia» presidencial.

En marcha la nueva operación de desestabilización del PS y Los Republicanos (LR), Macron lanzó el viernes su primera ofensiva internacional. Viaje a Mali, para confirmar la «determinación militar» de Francia contra el terrorismo. Y «gestos marciales» dirigidos a quienes dudaban de su «energía»: Macron aspira a ser un presidente capaz de tomar decisiones «con rapidez», evitando el escaqueo de la presidencia fofa de Hollande. Ya es célebre la primera bronca, enérgica y expeditiva, a la guardia pretoriana de su comunicación personal: «¡Quiero profesionales! ¡Hay que dar la cara! ¡No me ocultaré nunca! Si un presidente intenta escurrir el bulto, siguiendo los consejos de su servicio de seguridad, acaba como Hollande: ¡muerto!».

Complicidad francoalemana

Segunda operación en marcha: Europa. Bruno Le Maire, ministro de economía, germanófilo, se entrevistará mañana en Berlín con Wolfgang Schäuble, ministro federal de finanzas, el más firme defensor de la política de austeridad y el Pacto fiscal europeo. Schäuble y Le Maire viajarán juntos a Bruselas para mostrar la «complicidad» francoalemana.

Tras su primer encuentro con Angela Merkel al día siguiente de tomar posesión del cargo, el presidente francés aspira a negociar con Berlín un proyecto de «refundación» de la UE. Si no desentierra el viejo proyecto francés de un «gobierno político» de la zona euro, Alemania quizá sea sensible a otro tipo de reformas de imprevisible calado.

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