El embajador de Turquía en España, en su entrevista con ABC
El embajador de Turquía en España, en su entrevista con ABC - ERNESTO AGUDO

«El referéndum no es sobre darle más poder a Erdogan, sino sobre cómo mejorar el gobierno»

El embajador turco en España defiende la neutralidad del sistema en su país y asegura que es y seguirá siendo una democracia

Madrid Actualizado: Guardar
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Los turcos votan este domingo en referéndum la reforma constitucional que desea el presidente, Recep Tayip Erdogan. El embajador de Ankara en España, Ömer Önhon, defiende que su país es una democracia equiparable a las europeas, rechaza las denuncias de abusos de la oposición y asegura que la UE no está cumpliendo sus compromisos en el acuerdo sobre refugiados.

¿Por qué deberían votar los turcos a favor de dar más poderes al presidente Erdogan?

Se ha planteado un cambio constitucional, que fue debatido y aceptado por el Parlamento, para lograr un gobierno más eficiente, y ahora esa posibilidad se votará en referéndum. La cuestión no es si dotar de más poderes al señor Erdogan ni a ninguna otra persona, sino si queremos un sistema presidencial en lugar de uno parlamentario.

Bien, digámoslo así. ¿Por qué los turcos deberían aprobar un sistema presidencial?

Los defensores de la reforma afirman que su aprobación mejoraría la gobernanza de Turquía. No todo el mundo tiene el mismo punto de vista. En el referéndum veremos quién se impone. Si gana el sí, los cambios entrarían en vigor y en 2019 tendríamos unas nuevas elecciones presidenciales.

Ha habido una agria disputa entre Ankara y estados europeos que impidieron la participación de miembros del Gobierno turco en mítines a favor de la reforma. ¿Podría llegar a estar en peligro el acuerdo sobre refugiados con la Unión Europea?

No sé si está bien conectar ambas cosas. En primer lugar, recordaré lo que sucedió. El ministro turco de Exteriores intentó viajar a Holanda para dirigirse a los electores y el Gobierno holandés, supongo que por asuntos de política interna, decidió cancelar el permiso de su vuelo sin siquiera una llamada. Entonces, otra ministra que se encontraba en Alemania intentó viajar por carretera, pero la Policía le impidió el paso. Fíjese, la ministra de un miembro de la OTAN bloqueada por la Policía holandesa. El cónsul fue detenido y el pasaporte de la ministra confiscado. Esto es una verdadera violación de la libertad de expresión y del derecho de reunión. No es manera de tratar a ningún país y menos a un aliado. Fue sencillamente inaceptable se mire como se mire y hemos elevado una protesta formal. El acuerdo sobre los refugiados es otra cuestión. Lo alcanzamos en marzo y nosotros lo hemos puesto en marcha. La gente ya no pasa a través de Turquía y ya nadie muere en el Egeo; mueren en el Mediterráneo, pero no en el Egeo. En este sentido, el acuerdo es un éxito y se ha conseguido el objetivo de frenar la inmigración irregular hacia Europa.

Entonces el acuerdo no peligra.

Cuando uno firma un acuerdo, espera que las dos partes cumplan. Los turcos estamos cumpliendo. De la UE no podemos decir lo mismo. Por ejemplo, el número de personas que Europa iba a asumir tras una primera acogida temporal en Turquía no se está cumpliendo debido a deficiencias europeas. Se comprometieron a enviar 6.000 millones de euros y no han llegado más de 600. No es porque la UE funcione muy lentamente, sino porque en realidad no les importa. Si lo hiciera, hubieran pensado en esto antes de firmar. Otra parte del acuerdo era la exención de visados para los turcos. Tampoco se ha producido.

¿Qué tiene que decir de las declaraciones en las que Erdogan llamaba nazis a los alemanes?

No los llamó nazis. Dijo que los métodos que estaban utilizando recordaban a los de aquellos tiempos, que es una cosa diferente.

Pero, ¿le parece ese el tono adecuado para rebajar la tensión?

Creo que todos tenemos que tener consideración por los demás, y, lamentablemente, no sentimos que la Unión Europea tenga consideración con Turquía. Lo que pasó en Holanda y en Alemania es el ejemplo. Negaron el derecho de reunión de ciudadanos turcos alegando motivos de seguridad y tan solo unos días después permitieron una concentración del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que es considerado una organización terrorista por la propia UE. Hay una seria contradicción aquí.

Turquía ha sufrido una ola de graves atentados. ¿En qué medida afectaría la reforma constitucional que promueve el Gobierno a la respuesta al terrorismo?

Tampoco establecería una conexión entre el referéndum y la lucha contra el terrorismo. Contra el terror hemos de luchar juntos, cooperar y no hacer distinciones entre un buen y un mal terrorismo. Los terroristas buscan la desestabilización de todos los países y llevan a cabo sus crímenes en París, en Londres o en San Petersburgo. Todos estamos amenazados.

Obviamente, pero es el propio Gobierno turco el que hace campaña afirmando que la reforma permitiría combatir más eficazmente al terrorismo

Turquía combate contra Daesh en Siria, contra el PKK y contra la organización de Fetulah Gulen…

Muchos enemigos

Muchos, sí, y son todos grupos terroristas. Sea cual sea nuestro sistema político seguiremos luchando contra ellos, pero es cierto que los partidarios de la reforma creen que un sistema presidencial permitiría gobernar mejor el país, y eso incluye a la lucha antiterrorista.

En los últimos meses hemos visto detenciones masivas de periodistas y opositores ¿Sigue siendo Turquía una democracia?

Turquía afrontó una situación muy traumática tras el golpe de estado. Han sido momentos excepcionales y en momentos excepcionales a veces hay que tomar medidas excepcionales. Pero se ha hecho en el marco de la Constitución, de las leyes vigentes y de los convenios internacionales, que es lo mismo que han tenido que hacer en Francia, sin ir más lejos.

Pero en Francia no se han producido miles de detenciones

Obviamente, los casos son diferentes, pero el Gobierno francés tuvo que promover leyes de excepción por los ataques terroristas. Nosotros tuvimos que hacer frente a una organización con miles de integrantes que trató de derrocar al gobierno legítimo y llegó incluso a bombardear el Parlamento, causando 250 muertos. Después de eso, mucha gente fue detenida, pero las cifras muestran que 75.000 de estas personas fueron puestas en libertad. Pero de eso nadie habla. Turquía es, sin duda, una democracia. Podría ser que se hubieran producido excesos en algunos casos, pero el sistema judicial ha funcionado y los ha corregido.

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