La UE se propone frenar la ola de refugiados en ocho semanas

La UE apenas tiene unas pocas semanas si quiere que la crisis de los refugiados no provoque la reintroducción generalizada de las fronteras nacionales. Por ello, en la presentación de la presidencia de la UE, que este semestre asume Holanda, el primer ministro de este país, Mark Rutte, se ha comprometido a reducir significativamente el número de refugiados que llegan a Europa, en un último intento de salvar la integridad del tratado de Schengen, que consagra la libre circulación dentro del territorio europeo.

Rutte compareció ante el Parlamento Europeo para explicar sus prioridades en este periodo, encabezadas por la crisis creada por la llegada masiva de refugiados e inmigrantes a través de la frontera entre Grecia y Turquía, junto a la negociación con el Reino Unido sobre los términos que harían que el primer ministro, David Cameron, pida a los electores un voto favorable a su permanencia en la UE.

E incluso un asunto de dimensión geoestratégica como el futuro de las relaciones con Gran Bretaña se está quedando en segundo plano ante la crisis migratoria. Según Rutte, se necesita una «reducción drástica» del numero de refugiados que llegan a la UE en un plazo de «entre seis y ocho semanas» porque «el tiempo se agota», dado que las cifras actuales de más de un millón de personas al año concentradas sobre todo en Alemania y Suecia -a las que hay que atender de forma razonable- «no son sostenibles».

Las presiones para poner orden en la crisis de los refugiados aumentan en todas direcciones. La canciller alemana, Angela Merkel, tiene que esforzarse por calmar a sus socios democristianos bávaros, mientras que en Austria se anunció ayer que este año se limitará drásticamente el numero de demandantes de asilo a los que se les permite entrar en el país a menos de la mitad de los que ingresaron en 2015, para lo cual será necesario instaurar controles generalizados en sus fronteras. Aunque no se ha puesto fecha a esta medida, la vecina Eslovenia ya ha dicho que, si se lleva a cabo, tendrá que hacer lo mismo en su frontera con Croacia, porque de otro modo aquel país correría el riesgo de tener que hacerse cargo de los inmigrantes bloqueados en su territorio.

Tratado con Turquía

Rutte aseguró también que hará lo posible para que entre en funcionamiento el tratado firmado con Turquía, que prevé que este país se haga cargo de forma efectiva de los refugiados sirios. Por ahora, el Gobierno italiano se ha negado a aportar la parte que le corresponde de los 3.000 millones de euros previstos para financiar los campos de refugiados en Turquía. Rutte dijo que era necesario poner en marcha el plan con el dinero que ya tiene la Comisión y el presidente de esta última institución, Jean-Claude Juncker, tiene previsto ir a Roma la semana próxima para intentar desbloquear las discusiones.

Juncker también ha pedido al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que prevea alargar la cumbre prevista para el 17 y 18 de febrero y que estaba previsto dedicar íntegramente a la cuestión británica, para que los líderes puedan hablar también de la crisis de los refugiados.