Obama apela al «sentido de urgencia» para acabar con las muertes de afroamericanos

El presidente de EE.UU ha mostrado varias estadísticas que demuestran el aumento significativo de muertes de afroamericanos sobre blancos

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Las muertes de otros dos afroamericanos han estado presentes durante la llegada de Obama a Varsovia. El presidente de EE.UU ha llamado a la preocupación a sus compatriotas. «Esta no es una cuestión blanca, no es una cuestión hispana, es una cuestión estadounidense», ha declarado en una rueda de prensa. Obama se encuentra en la capital polaca para asistir a una cumbre de la OTAN.

Una de las muertes se llevó a Alton Sterling el martes, en Lousiana. Mientras que la otra víctima fue Philando Castile, muerto el miércoles en Minesota. Ambas muertes fueron grabadas y sus imágenes ya se han hecho virales. Las calles de varias ciudades de EE.UU ya se han llenado de protestas.

«Somos mejores que esto», señaló Obama al pedir acelerar las reformas sobre el sistema policial. El presidente apeló al «sentido de urgencia» para evitar la lentitud con la que las reformas se están aplicando.

Obama mencionó en su intervención las «disparidades raciales» apoyado en numerosas estadísticas sobre las detenciones a blancos y negros. El gobernador de Minesota, Mark Dayton, ha solicitado una investigación similar a la que lleva a cabo el FBI y el departamento de Justicia en Luisiana por la muerte de Sterling. Todavía no ha recibido una respuesta oficial, pero si todo el apoyo de la oficina del presidente Obama.

Problemas del sistema judicial

Las protestas por las significativamente mayores muertes de afroamericanos sobre blancos llevan más de un año inundando las calles del país. El presidente Obama ha expresado varias veces su preocupación por la ineficacia del sistema para ponerles fín. Además, la lentitud de la puesta en marcha de reformas se le une la exoneración de varios de los policias acusados de las muertes.

Los retos que presenta un «sistema judicial penal» que «debe mejorarse» constituye una de las mayores bandera del último período de Obama como presidente. A la luz de la lentitud con la que se implementan las reformas, pese a toda la presión social, es más que probable que tenga que ser su relevo quien se haga cargo, sea Hillary Clinton o Donald Trump.

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