Angela Merkel, durante su entrevista en la TV alemana
Angela Merkel, durante su entrevista en la TV alemana - REUTERS

Merkel: «No mantuvimos a Grecia en el euro para ahora abandonarla a su suerte»

La canciller pide una solución europea al problema de los refugiados y sale al paso de las críticas a su gestión de la crisis

Berlín Actualizado: Guardar
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La canciller alemana, Angela Merkel, lanzó anoche un capote a una Grecia acosada por la crisis de los refugiados y garantizó que no se «dejará sola» a Atenas. Agregó que no se puede permitir tampoco que ese país caiga «en el caos». La líder alemana recordó todos los esfuerzos que Europa ha hecho por salvar a Grecia, unos esfuerzos, que, dijo, no pueden malograrse ahora. «No mantuvimos a Grecia dentro de la zona euro para ahora abandonarla a su suerte», afirmó la canciller, al tiempo que insistió ahí en que la situación no puede resolverla «un país en solitario», sino que debe buscarse una solución europea, como se hizo para atajar la crisis financiera de la zona euro.

Merkel salió además al paso de las críticas internas que ha suscitado su política de puertas abiertas para los extranjeros que huyen de la guerra en sus países de origen y afirmó hoy no ver motivos para cambiar de rumbo en su política de asilo, al tiempo que reiteró la necesidad de una solución europea e internacional a la crisis de los refugiados con la participación de Turquía y su oposición a un límite a la acogida de refugiados.

En una entrevista en la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD, centrada en la crisis de los refugiados, Merkel subrayó que no tiene sentido fijar topes cuando no es posible determinar cuántos peticionarios de asilo llegarán y subrayó que mucho depende ahora de cómo se desarrolle la situación en Siria. «Me he propuesto no prometer nada que vaya a durar tres semanas», declaró la canciller al referirse a aquellos que le exigen dar una cifra máxima a la llegada de refugiados. En este sentido, agregó que retractarse después de lo prometido «provocaría una decepción hacia la política todavía mayor».

Recordó que lo importante ahora es «ordenar, dirigir y reducir sensiblemente» la cifra de refugiados, para lo cual reiteró la necesidad de abordar las causas que llevan a las personas a huir, proteger las fronteras exteriores de la UE, luchar contra las mafias de traficantes y combatir la inmigración ilegal para legalizarla.

A las críticas por haber abierto las fronteras a los refugiados en septiembre pasado, Merkel señaló que ya «estaban abiertas» y que ella únicamente «no las cerró» en respuesta a lo que ya estaba pasando, al referirse a los trenes especiales con refugiados a bordo que llegaban a Alemania procedentes de Hungría.

Tirón de orejas a los líderes de la UE

Recordó que los políticos tienen el deber de actuar de manera sensata en respuesta a situaciones difíciles y en ese sentido subrayó que su «maldita responsabilidad y obligación consiste en que esta Europa encuentre un camino común». Merkel apeló a que cada estado miembro debe «asumir su responsabilidad» frente a esta crisis, tanto por razones humanitarias como para defender «los grandes logros» de la Unión Europea (UE), como el espacio Schengen que, aseguró, todos quieren mantener en pie.

Hay que evitar «salidas en solitario», sea con la implantación de límites a la acogida de refugiados o el cierre de fronteras, dijo Merkel, ya que proceder así implica «actuar en detrimento» de otro. Con todo, la canciller se mostró «muy optimista» de que «triunfará el rumbo europeo». Por otra parte, la canciller reconoció que existe una «polarización» y también una «politización» en la sociedad alemana en lo que respecta a los refugiados, pero recordó que se trata de «una época importante en la que se decidirá cómo se va a situar Alemania en Europa». Respecto a los crecientes ataques contra centros de acogida de refugiados en todo el país, Merkel expresó su total repulsa a cualquier tipo de agresión, que calificó de «injustificable».

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