Mauricio Macri, el tecnócrata que hace historia en Argentina

El recién electo presidente argentino es un nuevo rostro político, ya que no forma parte de los partidos tradicionales que monopolizan el país desde 1983

Madrid Actualizado: Guardar
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«Una señora me preguntó: "Mauricio, ¿por qué querés ser presidente?" Es una pregunta que me formulo a mí mismo con frecuencia. Nadie se levanta a la mañana diciendo "quiero ser presidente", y nadie quiere ser presidente por una sola razón. Pensé un momento y se me ocurrió responderle con una idea que pudiera expresar los deseos y la esperanza de mucha gente. Mi respuesta fue algo así: "Quiero ser presidente porque estoy convencido de que puedo ayudar a que todos los argentinos tengan una vida más feliz"», cuenta el nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri en su página web.

Así de simple y de ambicioso a la vez. Y no se contradice. Mauricio Macri ha mantenido siempre la misma línea, incluso, desde que fue jefe de gobierno (alcalde) de la ciudad de Buenos Aires.

Tiene un discurso llano, directo, sencillo y muy claro. Quizás puede echarse de menos la oratoria, que es lo que suele rescatarse de los políticos, pero en un país como Argentina, donde lo que sobra es la «labia», se agradece la discreción y sobre todo, los mensajes cortos y contundentes.

Ayer, pasadas las 22 horas (2 de la madrugada en España) compareció en el búnker de Cambiemos y dijo: «Le pido a Dios que me ilumine para poder ayudar a cada argentino a encontrar su forma de progresar. Yo estoy acá porque ustedes así que les pido por favor, no me abandonen, sigamos juntos».

El nuevo presidente de los argentinos ha ganado en popularidad y pese a que la continuidad del peronismo, o más bien de una de sus tantísimas escisiones, el kirchnerismo, parecía inevitable, el escenario comenzó a cambiar el pasado 25 de octubre cuando, en la primera vuelta obtuvo 34,33% de los votos, es decir, por debajo de Scioli, que llegó al 36,6% pero poniendo en evidencia que el futuro del peronismo, y sobre todo del kirchnerismo, empezaba a llegar a su fin.

Con el 99,17% escrutado Mauricio Macri obtuvo el 51,40% de los votos frente a Scioli que, con su compañero de fórmula, Carlos Zanini llegó al 48,60%.

Macri representa un vuelvo en la historia del país. Es la primera vez que el país sudamericano cambia de rostro con un político que no forma parte de los partidos tradicionales que monopolizan el país desde 1983, tras el regreso de la democracia.

Su paso por Boca Juniors

Antes de entrar en política fue presidente del equipo de fútbol Boca Juniors desde el 3 de diciembre de 1995 al 4 de diciembre de 2007. Él mismo dice en su página web (la de Cambiemos) que haber estado al frente de uno de los equipos más importantes del país lo marcó y le enseñó muchas cosas, incluso, para desempeñarse en política.

«Todos los que formábamos Boca pudimos ver cómo, cuanto más resignamos nuestras ambiciones individuales para trabajar en equipo, cuanto más modestos fuimos como sujetos pero más audaces como conjunto, más éxitos alcanzamos. Nadie que formó parte de aquel equipo obtuvo nunca una gloria deportiva mayor que cuando postergamos nuestra individualidad por aquel objetivo común».

Después de su paso por Boca, este ingeniero nacido en Tandil, provincia de Buenos, un 8 de febrero de 1959, comenzó su carrera política. Fue diputado por Capital Federal (Buenos Aires) entre 2005 y 2007 y jefe de gobierno (alcalde) de la misma entre 2007 y 2015. Sigue ejerciendo este cargo, aunque en las últimas elecciones ha ganado como jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también del PRO y que sucederá a Macri el próximo 10 de diciembre.

Ballotage

Fue en 2003 cuando Macri creó el partido Compromiso para el Cambio, que en 2007 se convirtió la alianza «Propuesta Republicana», más conocida como PRO. Este año, su partido ha formado alianza con el ARI y la UCR para formar Cambiemos, que competía con el Frente para la Victoria (el partido de los Kirchner) encabezado por Daniel Scioli.

En las elecciones presidenciales, que dieron lugar al primer ballotage de la historia del país, Scioli obtuvo un 36,86% de los votos y Macri, un 34,33%. Para que no se hubiese dado la segunda vuelta, Scioli tendría que haber obtenido más del 45% de los votos o el 40% de los votos y, además, haber contado con una diferencia mayor de diez puntos respecto a Macri. Como esto no sucedió, ayer tuvo lugar la segunda vuelta o ballotage.

Su familia

Mauricio tiene cuatro hijos. Tres (Agustina, Gimena y Francisco) del matrimonio con Ivonne Bordeau (posteriormente se casó con Isabel Menditeguy) y una, Antonia, con Juliana Awada, empresaria del área textil, su actual esposa. El apellido de Juliana da nombre a una conocida e importante marca de ropa femenina del país.

El padre de Mauricio, Franco Macri, también es una figura muy importante del país. Vino de Italia, prácticamente sin recursos y empezó a dedicarse a la construcción en la época militar argentina. Hoy es uno de los hombres más ricos del país. Sus negocios incluyen la construcción, el sector automovilístico, el sector alimenticio, etc. Pero su mayor virtud ha sido el «saber hacer» entre los políticos del país. La relación con su hijo no es buena, entre otras cosas, porque su padre no ha apoyado a Mauricio y sí al Gobierno «K», necesario para poder proteger sus negocios.

Causas

Mauricio fue procesado por la importación falsa de autopartes que, en teoría, venían de Uruguay pero su origen era, en realidad, de otros países siendo él gerente de Sevel Argentina (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica). Sin embargo, la causa fue sobreseída.

También está procesado por unas supuestas escuchas ilegales. El juez a cargo de la causa, Norberto Oyarbide, afín al gobierno kirchnerista, lo acusó al producirse dichas escuchas estando él al frente del gobierno porteño, aunque nunca se probó que Macri hubiera ejecutado la orden de realizar las escuchas.

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