El candidato ecologista a la presidencia de Austria, Van der Bellen, junto a su rival de extrema derecha, Norbert Hofer
El candidato ecologista a la presidencia de Austria, Van der Bellen, junto a su rival de extrema derecha, Norbert Hofer - REUTERS

Intercambio de insultos en el debate presidencial austríaco

«Mentiroso», «no eres nadie» o «das pena», son algunos de los cuchillos que se han lanzado entre sí los candidatos a la Presidencia en su último enfrentamiento en televisión

CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado: Guardar
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«Mentiroso», «no eres nadie» o «das pena», son algunos de los cuchillos que se han lanzado entre sí los candidatos a la Presidencia de Austria en su último debate en televisión antes de la repetición de las elecciones, este domingo. El ultraderechista Norbert Hofer y el ecologista Alexander Van der Bellen, con un empate técnico en las encuestas a solo tres días de la votación, han elevado el tono de su enfrentamiento dialéctico con un catálogo de acusaciones que van desde ser la causa de la crisis económica hasta haber ejercido labores de espionaje en perjuicio de Austria.

Hofer ha desempolvado un viejo libro escrito por el ex director general de la Oficina de Seguridad, Michael Sika, titulado «Mein Protokoll» y en el que se afirma que el hoy candidato progresista, Van der Bellen, ha sido espía en el pasado.

«No he escuchado cosa más ridícula», se ha defendido Van der Bellen, centrado en confrontar a su oponente con los cientos de declaraciones en las que ha admitido que estaría dispuesto a convocar un referéndum en Austria sobre la permanencia en la UE.

«Lo entiendo, entiendo que te comportes así, no eres nadie», ha llegado a decir Hofer a Van der Bellen, mientras este evadía responder a sus acusaciones y contratacaba lanzando como arma arrojadiza su bagaje político con los Verdes y el Partido Comunista. «Estás mintiendo otra vez1», ha acusado Van der Bellen a Hofer , para desesperación de la presentadora Ingrid Thurner, que no era capaz de mantener el orden entre los candidatos. «Por favor, no pierdan los papeles», les pedía en vano.

Al llegar al tema de los refugiados, han saltado chispas. Hofer ha felicitado a los asistentes sociales austríacos por haber integrado concienzudamente en la sociedad austríaca a cientos de islamistas radicales encantados con la idea de atentar en nombre de Daesh y ha acusado a su rival de tergiversar su opinión sobre la neutralidad austriaca en el contexto internacional. Van der Bellen, por su parte, ha tirado de victimismo y ha mostrado una fotografía de su padre, que murió hace 50 años y al que han acusado de nazi. «Deja de intentar dar pena», le espetó su oponente.

Hofer ha repetido en el debate lo que habíamos visto ya durante parte de la campaña, una copia de las consignas de campaña de Donald Trupm, por quien confiesa su admiración. Su discurso contra «el sistema» ha conectado con el hastío que ha generado la eterna gran coalición entre conservadores y socialdemócratas, que se alternan en la presidencia y en el Gobierno desde 1945.

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