El gobierno alemán planea una revolución para reducir la Comisión Europea

ElMinisterio alemán de Finanzas prioriza un endurecimiento de las sanciones en caso de no cumplir con el déficit

BERLÍN Actualizado: Guardar
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El referéndum de Reino Unido y el nuevo consenso entre los socios sobre la necesidad de reinventar la Unión Europea, ha abierto el melón de las reformas y es de esperar que cada uno intente barrer para su propia casa. Eso es lo que parece estar haciendo ya el Ministerio alemán de Finanzas, según un documento interno publicado por el diario económico Handelsblatt en el que comienzan a esbozarse ideas que aportar al refuerzo con que Europa pretende blindarse frente a sucesivos intentos de abandono.

El documento desvela que el equipo técnico del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, trabaja ya con un plan de reformas post-Brexit para el bloque, en el que se destaca un endurecimiento de las reglas presupuestarias y más firmeza sancionadora contra los incumplimientos. España, todavía con problemas para controlar su déficit y reducirlo

hasta cumplir las exigencias del Pacto de Estabilidad, podría verse afectada por ese endurecimiento. También Alemania, en los años 90, y por supuesto Francia, han pasado por etapas en las que no sujetaban su déficit con el bozal del 3%, pero hasta ahora la Comisión ha manejado los incumplimientos con sentido de la flexibilidad y teniendo en cuenta las medidas puestas en marcha por los incumplidores y que tardan en ejercer su efecto. Precisamente por ese motivo, Alemania tendría por lo visto planes también para la Comisión Europea.

Siempre según el documento, titulado «Iniciativas tras el referéndum de Reino Unido«, el Ministerio de Finanzas alemán baraja la idea de que sea un organismo independiente formado por expertos el que supervise la implementación de la normativa presupuestaria de la Unión. El plan incluye, además, una reducción del tamaño de la Comisión Europea, con el argumento de la reducción de la burocracia, y una disminución de su peso en las decisiones del bloque.

Concretamente, alienta el establecimiento de un «derecho de rechazo» para los borradores de presupuestos de países del euro que no cumplan con el límite del déficit fijado en los tratados de la Unión Europea. También sugiere que la aplicación de las llamadas recomendaciones específicas para un país determinado pueda estar vinculada a los fondos estructurales de la UE.

El borrador contempla la posibilidad de separar el órgano de supervisión bancario del Banco Central Europeo y desprender a la Comisión de la tarea actuar como «la guardiana de los tratados».

Con que Alemania presente finalmente la mitad del contenido del documento que cita el diario, el enfrentamiento con Francia e Italia está asegurado, puesto que los dos países son contrarios a dar prioridad en este momento a la disciplina fiscal. De las palabras de Merkel, Hollande y Renzi, reunidos en Berlín el pasado lunes, se deducía claramente que el nuevo rumbo en la era post Brexit daba paso a una estrategia de inversiones en empleo y formación juvenil, lo que parece entrar en contradicción con este trabajo, pero también es cierto que el mantra de la disciplina fiscal sigue estando en boca de Wolfgang Schäuble sin perspectivas de mejora. «Los Estados miembros no deberían abandonar sus responsabilidades de asegurar presupuestos estables y reformas amigables con el crecimiento», afirma textualmente el documento, una frase que bien podría haber escrito personalmente el ministro alemán.

En sus declaraciones, Schäuble no ha hecho referencia alguna a este plan y se ha limitado a advertir que existe el peligro de que la decisión de los británicos genere un efecto dominó, además de repetir una y otra vez que «fuera es fuera».

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