Un grupo de musulmanes reza durante el mes del Ramadán en una mezquita en un suburbio parisino
Un grupo de musulmanes reza durante el mes del Ramadán en una mezquita en un suburbio parisino - REUTERS

Francia teme un choque violento entre la extrema derecha y el yihadismo

En algunos suburbios galos han comenzado a estallar tensiones «comunitaristas» entre jóvenes radicales tentados por el islamismo y personas que apoyan los movimientos de ultraderecha

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Francia teme el estallido de enfrentamientos físicos violentos entre franceses musulmanes y franceses de extrema derecha, cuando es de temer la «importación» de las tácticas del coche bomba terrorista islámico, de ensangrentada tradición en Bagdad.

Patrick Calvar, director general de la DGSI (Dirección General de la Seguridad Interior, contraespionaje), es la máxima autoridad técnica en el terreno de la lucha anti terrorista. Ha comunicado tales previsiones oficiales a la comisión de investigación parlamentaria que intenta evaluar los nuevos riesgos que amenazan a Francia tras los atentados de enero y noviembre de 2015.

Calvar expuso sus conclusiones personales el 24 de mayo pasado. Siete semanas más tarde, la comisión parlamentaria ha pedido al gobierno un reforma muy profunda de la lucha anti terrorista; y la filtración periodística de las conclusiones del director general de la DGS abren nuevos frentes de profunda inquietud.

Se sabía que el yihadismo radical y el Frente Nacional (FN, extrema derecha) pescan en las mismas aguas turbias: la «banlieue», esto es, los suburbios de las grandes ciudades. Calvar subraya nuevos síntomas de descomposición social: en algunos suburbios franceses han comenzado a estallar tensiones «comunitaristas» entre jóvenes radicales tentados por el islamismo y jóvenes radicales tentados por una extrema derecha.

Se trata de una amenaza inflamable. Según las estadísticas oficiales, en Francia hay más de 470 suburbios sensibles a este problema. Y medio centenar de entre ellos se encuentran en una situación grave, que Manuel Valls, primer ministro galo, ha calificado de «apartheid».

En el frente exterior de la amenaza, Calvar dice temer un «salto cualitativo». Los atentados terroristas de enero y noviembre de 2015 fueron perpetrados por yihadistas suicidas, prestos a morir matando. A juicio del director general de la DGSI, Daesh ha comenzado a estudiar la «exportación» a Francia y otros países europeos la táctica del coche bomba, que lleva años causando estragos ensangrentados en Irak.

Calvar también ha informado a la comisión parlamentaria que estudia las amenazas que se ciernen sobre Francia de que Daesh espera formar a yihadistas artificieros. Personas capaces de instalar en París y otras capitales europeas coches bombas en lugares simbólicos o estratégicos, que podrían causar muchos muertos, sin recurrir a la táctica menos sofisticada del yihadista martir.

Según el líder de la DGSI, entre 400 o 500 franceses de confesión musulmana podrían estar tentados por este tipo de atentados criminales.

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