Captura de pantalla de la foto de Mark Hughes que difundió el Departamento de la Policía de Dallas la noche de la matanza
Captura de pantalla de la foto de Mark Hughes que difundió el Departamento de la Policía de Dallas la noche de la matanza

El falso sospechoso de la matanza de Dallas está recibiendo amenazas de muerte

La Policía de Dallas compartió su imagen al verle con un rifle, pero era un civil que estaba ayudando a la policía

MADRID Actualizado: Guardar
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Mark Hughes, de 34 años, acudió a la manifestación pacífica contra los abusos policiales junto a su hermano, Corey Hughes, de 39 años. Corey había sido invitado por la organización sin ánimo de lucro Next Generation Active Network (Red de Acción Siguiente Generación, en español) a hablar durante la manifestación. La organización multi-cultural fue creada en el verano de 2014 en Dallas para agrupar a jovenes con ganas de luchar contra las injusticias sociales a través de programas educativos y civiles y reformas en la comunidad texana. La noche del 7 de julio decidieron organizar una marcha por el centro de Dallas tras las muertes de los afroamericanos Alton Sterling y Philando Castile a manos de la policía.

Ahora en una entrevista para la revista TIME, Mark Hughes dijo estar recibiendo amenazas de gente que aún piensa que él fue uno de los pistoleros.

Mark decidió acompañar para escuchar a su hermano hablar de cómo la muerte de los afroamericanos se había reducido a hashtags y tendencias en internet. Para dar su punto de vista, Mark decidió vestirse con una camiseta de camuflaje y llevar su rifle AR-15, para el cual tiene licencia y es legal llevar en el estado de Texas.

Los hermanos se encontraban a una manzana del epicentro cuando los primeros disparos se escucharon. Corey le dijo a su hermano que diera su rifle a la policía por si acaso le acusaban de ser él uno de los atacantes. Para entonces ya era tarde. Su rostro circulaba por todo internet tras publicar el Departamento de Policía de Dallas un tuit con una foto suya de ese mismo día en el que decía: «Este es uno de nuestros sospechosos. ¡Por favor ayúdennos a encontrarle!». En medio del pánico, Mark, considerado como «persona de interés» en el posterior comunicado oficial de la policía, era el enemigo más buscado de Dallas sin haber disparado una bala. Poco después se difundió un vídeo suyo entregando su rifle a las fuerzas de seguridad y más tarde salió en la televisión local defendiéndose.

«No sé que decir. No, no, no puedo creerlo. No puedo creerlo», decía un atónito Mark Hughes. «Lo increíble de todo esto es que no podía ir a mi coche porque cortaron la carretera y... podían haberme disparado».

Ni Mark ni su hermano Corey sabían nada de la foto que estaba circulando por las redes sociales donde le indicaban como el primer sospechoso de la matanza. «Recibimos una llamada de que mi foto estaba circulando como la de un sospechoso e inmediatamente fui a hablar con un policía», dijo. «Estaba hablando con la policía, riéndome y haciendo bromas con los agentes de policía».

En un principio fue arrestado y llevado a comisaría, donde se reencontró con su hermano Corey al que había perdido en medio del caos. Tras descubrir que no tenía nada que ver con el ataque, la policía le dejó ir y Mark acabó aceptando dejar con ellos su rifle y su camiseta. Tras ver la foto de su hermano en las redes sociales «no creía que fuera inteligente salir con un rifle a la calle», dijo Corey a la revista TIME.

Los hermanos Hughes les pidieron que retiraran el tuit, pero los agentes se negaron a ello en un principio, según informa TIME. Más tarde pusieron una corrección diciendo que el sospechoso había sido liberado y el sábado, ya de madrugada, el Departamento de Policía de Dallas retiró cualquier mención a Mark Hughes como sospechoso. Pero el daño ya estaba hecho.

Las amenazas de muerte siguen proliferando, algunas de ellas con capturas de pantallas con la localización de sus casas en un mapa. Se están escondiendo junto a sus familias y sus empresas están sufriendo un parón inesperado debido al revuelo generalizado. No quieren protección policial ya que, como dice Corey, «no podré fiarme de la policía nunca más». Además, la Policía de Dallas sigue sin disculparse públicamente de su error y aún no ha devuelto a Mark su rifle y su camiseta.

A pesar de todo lo ocurrido Mark dijo a TIME que sigue pensando acudir a manifestaciones pacíficas con su rifle ya que, si no «estaremos cediendo ante las intimidaciones y las amenazas».

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