poster Vídeo
Vídeo: Tres ataques en Reino Unido en casi tres meses - AFP

«Me entró el pánico cuando al correr vi bolsas con cuerpos en el Puente de Londres»

Los testigos del ataque describen escena de horror, pero también de heroismo cívico

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Maribel Bibian Díaz se encontraba celebrando una tranquila velada en un pequeño restaurante español, situado en el Borough Market, cuando de repente «una de las camareras, también española, entró en el local llorando porque alguien había apuñalado a una mujer junto a ella», explica a ABC en conversación telefónica. Esta economista, de 44 años, que lleva 15 afincada en la capital inglesa, confiesa que su primer pensamiento fue que debía de tratarse de «un crimen pasional». A continuación, recuerda, mucha gente entró en el restaurante y cerró la puerta. «Entonces llegaron dos policías de asalto que nos dijeron que nos mantuviéramos alejados de las ventanas». Allí permanecieron encerrados alrededor de una hora y media. Durante ese tiempo «la calle se vacío.

Solo se veía a policías, ambulancias y gente tirada en el suelo», señala.

«Una de las camareras, también española, entró en el local llorando porque alguien había apuñalado a una mujer junto a ella»

Maribel reconoce que al principio no pensó que se tratara de un ataque terrorista, hasta que otros dos policías entraron en el local, «y nos pidieron que nos pusiéramos todos las manos sobre la cabeza. A continuación nos dijeron que saliéramos fuera y que corriéramos hacia la parte norte del Puente de Londres. Fue allí cuando me entró el pánico. Mientras corría por el puente vi bolsas con cuerpos en el suelo. Ahí nos dimos cuenta de lo que sucedía». No llegó a ver al terrorista que apuñaló a aquella mujer a las puertas del restaurante en el que cenaba, pero la experiencia le ha hecho comprender que el terror puede alcanzar a cualquiera.

Incremento de la seguridad

Maribel Bibian Díez
Maribel Bibian Díez

A pesar de que Londres ha sufrido varios ataques en los últimos meses, esta economista, madre de dos hijos, siente que lo que está sucediendo es «surrealista. Piensas que no te a va pasar a tí...». Consciente de que la vida debe continuar, admite que el día a día ha cambiado en la capital británica. «Hay más policías por la calle. Nosotros fuimos ayer a la Tate y nos registraron los bolsos...». El incremento de la seguridad también ha afectado a la rutina cotidiana de los niños. «Yo vivo a las afueras, y los colegios han decidido no llevar a los alumnos a ninguna actividad en el centro de la ciudad», explica. También en el metro han colocado carteles «para que estemos vigilantes sobre paquetes sospechosos». Aunque su voz no denota alarmismo, Maribel confiesa que «hasta ahora no he tenido miedo, pero ahora sí». Sin embargo, mantiene que «la vida sigue, y tienes que continuar por tus hijos. La situación no es más peligrosa que ayer, ni tampoco que lo será mañana».

Sin ceder al miedo

No ceder al miedo ha sido la respuesta de los ciudadanos de Londres ante la barbarie terrorista. Y el sábado lo demostraron muchos de ellos, que plantaron cara a los atacantes, poniendo en peligro su integridad física. Ellos evitaron que el número de víctimas resultara mayor. Fueron los héroes de una nueva noche de pesadilla.

«Desde el principio supo que los que intentaba entrar al local eran gente mala. Y se las arregló para bloquear la puerta»

Poco a poco emergían ayer testimonios que revelaban algunas de esas acciones heroicas, como la de una mujer que bloqueó la puerta de un restaurante para evitar que entraran los atacantes al local, según relató a la cadena Sky News Aksha Patel, un taxista que la acaba de dejar en la zona. «Ella se puso como barrera durante unos segundos, permitiendo escapar a las personas que se encontraban en el interior del restaurante Black and Blue. Desde el principio supo que los que intentaba entrar al local eran gente mala. Y se las arregló para bloquear la puerta». Al final los asesinos pudieron más, pero esos segundos permitieron que la gente pudiera escapar por la puerta trasera, «posiblemente salvó 20 vidas».

También ha trascendido la historia de un chef que trabaja en una panadería en Borough Market. En declaraciones a Ap, recordaba que desde el interior del local, donde se había refugiado una veintena de personas, vieron a través de los cristales a la gente correr... «Me quedé helado cuando al salir vi a dos hombres apuñalando a varias personas». En ese momento el cocinero decidió golpear a uno de los atacantes con un cajón. «Cerca había un coche con un altavoz que no dejaba de repetir: “corred, corred”. Y entonces la policía lanzó una granada, y yo corrí».

Rhiannon Owen
Rhiannon Owen

La estudiante de enfermería Rhiannon Owen es una de las personas que tuvieron un ángel la noche del sábado. Se encontraba sacando dinero en la zona del mercado cuando un taxista la gritó que se pusiera a salvo. Ella buscó entonces refugio en un pub cercano, y advirtió al resto de los clientes de los atacantes. Ahora está buscando a su héroe: «No sé quién eres, pero tu salvaste mi vida. Yo corrí porque tu me lo dijiste. Quien quiera que seas quiero darte las gracias».

Richard Angell también se encontraba cenando en la zona de Borough Market. Como los demás, fue testigo de las escenas de pánico que se producían en la calle: «Escuchamos el tiroteo, y vimos a gente llena de sangre». En declaraciones a BuzzFeed News, reconocía que su labor fue la de intentar tranquilizar a la gente que estaba en el local. Angell volvió ayer al mismo local para pagar la cuenta y dejar una propina a los camareros. «Ellos fueron los que miraron fuera para ayudarnos, en lugar de salvarse».

Ver los comentarios