Corbyn no se arrodilló ante la Reina Isabel II al incorporarse a su consejo privado

El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, se acaba de incorporar al Consejo Privado de la Reina Isabel II como jefe de la oposición, en una ceremonia celebrada a puerta cerrada a la que había rehusado asistir hace un mes. En ese acto Corbyn, de convicciones republicanas, no se arrodilló ante la Reina al jurar como miembro de su consejo privado, que le permite recibir informes de seguridad confidenciales, según informó «The Guardian».

El Partido Laborista afirmó que su líder cumplió con el protocolo, que suele incluir genuflexión en una banqueta antes de besar la mano de la Soberana. Pero se ha sabido que Buckingham no obliga a los miembros del consejo privado a acatar un ceremonial con el que no se sienten cómodos y que Jeremy Corbyn no se arrodilló.

El dirigente laborista alegó el pasado octubre que tenía otros «compromisos adquiridos» para no presentarse en la ceremonia de este miércoles. Poco antes, Corbyn dijo a la cadena ITV que no seguiría esa tradición: «No tengo previsto arrodillarme, no. Espero ser nombrado miembro del Consejo Privado y nada más», informa Efe.

Su negativa a incorporarse en un primer momento a ese consejo -un cuerpo consultivo formado por unas 600 personas, entre políticos, jueces y obispos- le valió a Corbyn numerosas críticas en el Reino Unido. Pocos días antes, el líder laborista ya había levantado polémica al evitar entonar el himno nacional, «God Save the Queen» («Dios salve a la Reina») en un acto público. A raíz de esas acciones, el primer ministro británico, David Cameron, acusó al líder laborista de fomentar el «odio hacia el Reino Unido».

«Fiel servidor de la Reina»

La tradición ordena que todo nuevo miembro del grupo debe jurar que será un «verdadero y fiel servidor de la Reina», así como dar fe de que no revelará la información confidencial que maneja el consejo, cuyos componentes pueden utilizar el título de «Muy Honorable». El líder de la oposición en el Reino Unido tiene garantizado su derecho a ser parte de ese órgano, donde se debaten, entre otros asuntos, informes elaborados por los servicios secretos.