El líder del NPD, Frank Franz, en la apertura del proceso en el Constitucional alemán
El líder del NPD, Frank Franz, en la apertura del proceso en el Constitucional alemán - EFE

Comienza el proceso para ilegalizar a los neonazis alemanes

Si prospera la causa, se abriría la puerta a la prohibición de otros grupos radicales más importantes

BERLÍN Actualizado: Guardar
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La fría mañana de diciembre de 2012 en que Alemania constataba conmocionada los asesinatos de 9 extranjeros que la célula terrorista nazi NSU había cometido impunemente por puros motivos racistas, los diputados regionales del partido neonazi NPD en el Parlamento de Schwerin se levantaron y abandonaron la sala para evitar guardar el programado minuto de silencio por las víctimas. A la salida del Parlamento de Meckelmburgo-Pomerania Occidental, una periodista les preguntó, grabadora en mano, por los motivos del gesto de protesta y ellos alegaron sin reparos: «Cuando alguien mata a un alemán, nadie le da tanta importancia».

El Tribunal Constitucional alemán inició finalmente ayer el proceso de ilegalización del NPD a instancias de la Cámara alta del Parlamento federal, que argumenta que la formación atenta, con su ideología y actividades, contra los principios y orden democráticos del país.

El presidente del Constitucional, Andreas Vosskuhle, comenzó la primera de las tres vistas previstas para la apertura del procedimiento recordando que su objetivo es «evaluar y juzgar» si procede la prohibición del partido. El abogado del NPD y uno de sus más destacados miembros, abogado Peter Richter, ha anunciado que a lo largo del proceso habrá «bombas sorpresa».

La primera estrategia defensiva, inspirada en el éxito de 2003, se ha basado en dudar de la independencia de varios magistrados del Constitucional. Richter ha reprochado a Peter Müller y Peter Huber haber ocupado anteriormente cargos políticos de la mano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) con poderes de supervisión sobre los servicios secretos regionales, lo que podría llevarles a imparcialidad para ocultar el fracaso de administraciones de las que formaron parte.

Dos por uno

También ha pedido la exclusión de los magistrados Doris König y Ulrich Maidowski por haberse incorporado al tribunal en 2014 y no haber participado en las primeras deliberaciones sobre esta demanda.

Los demandantes, por su parte, piden la disolución del NPD en todas sus estructuras a escala federal y la prohibición de cualquier formación sucesoria o sustitutiva, lo que facilitaría el camino para la prohibición en el futuro de otras formaciones de extrema derecha que están cobrando pujando en los últimos meses, como Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) o el partido Alternativa para Alemania (AfD).

Desde que comenzó a rodar esta demanda, en el año 2012, el NPD ha ido quedando, de hecho, trasnochado y débil. Apenas cuenta con 5.200 militantes, ha afrontado sucesivas sanciones y el bloqueo de fondos públicos por irregularidades contables, y en las elecciones generales de 2013 obtuvo apenas el 1,3 por ciento de los votos.

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