El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, DC.
El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, DC. - EFE

La OEA abre la puerta a aplicar la carta democrática a Venezuela

El secretario general de la organización, Luis Almagro, presentará de urgencia al consejo un «demoledor» informe sobre derechos humanos

El proceso abierto podría culminar en la suspensión de Venezuela como país miembro

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El debilitado régimen de Nicolás Maduro, cada vez más aislado, está a punto de afrontar su momento más difícil en el exterior, el que para algunos puede convertirse en la recta final de su mandato. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, presentará la semana que viene, en una convocatoria de urgencia del consejo permanente, el informe elaborado por el Parlamento venezolano sobre la extrema situación que sufre el país desde el punto de vista humanitario y de los derechos humanos, lo que abrirá la puerta a aplicar al país la llamada Carta Democrática Interamericana. La intención de Almagro es la de que los 34 países miembros de la organización (salvo Cuba, que sigue suspendido) se pronuncien sobre el régimen chavista, aunque no en el primer encuentro, que se limitará a su presentación del informe, sino en una segunda convocatoria del consejo.

No está claro si esa nueva cita tendrá lugar antes de la asamblea general de la OEA, que se celebrará en Santo Domingo (República Dominicana) entre el 13 y el 15 de junio y que tendrá con seguridad a Venezuela como gran asunto de discusión. Fuentes cercanas al secretario general expresaron a ABC que «es una posibilidad, pero no es seguro».

Después de unos días de estudio, el máximo responsable de la OEA anunció ayer en su cuenta de Twitter que la semana que viene presentaría el informe que ha elaborado la Asamblea de Venezuela, controlada por la oposición a Maduro desde su victoria electoral en diciembre de 2015. Su contenido, que en la práctica es una denuncia en toda regla contra la gestión del presidente y sus consecuencias, fue calificado así por fuentes citadas por el diario El Nuevo Herald: «Una radiografía demoledora del descalabro creado por un régimen amoral, dispuesto a sacrificar decenas de miles de personas y el futuro de millones para mantenerse en el poder».

La apelación a la Carta Democrática Interamericana (CDI), firmada en 2001 tras el ataque a las Torres Gemelas el 11-S, puede llegar a culminar en la suspensión del país, la consecuencia más grave, para lo que se requiere el voto favorable de dos tercios del consejo. Su artículo 20 es la excepción que confirma la regla de que tiene que mediar el «consentimiento del país afectado», y es el que puede servir para terminar condenando a Venezuela: «En caso de que en un estado miembro de produzca una alteración (…) que afecte al orden democrático, cualquier estado miembro, o el secretario general, podrá convocar una reunión inmediata de la OEA».

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