Los abogados que luchan en los aeropuertos contra las restricciones a la inmigración de Trump

Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos, no ha perdido ni un segundo desde que llegó a la Casa Blanca: en los primeros días de su Administración, ya ha puesto en marcha varias de las polémicas reformas que anunció durante su campaña. La más reciente de ellas —una orden ejecutiva que veta durante 90 días la entrada a territorio estadounidense a ciudadanos de Irak, Irán, Siria, Liabia, Sudán, Somalia y Yemen, y durante 120 a refugiados— ha hecho sublevarse a una parte de la sociedad del país americano. Este domingo, el diario «The New York Times» se hizo eco de la resistencia de un grupo de abogados contra esta decisión.

«Pensamos que habría personas que estarían viajando y aterrizarían y verían su estatus afectado durante el vuelo», explicó Betsy Fisher, uno de los directores de «International Refugee Assistance Project», a «The New York Times».

Esa asociación, que ayuda a refugiados y a personas desplazadas, se movilizó de inmediato, enviando un correo electrónico donde pedía abogados que pudiesen ayudar a los afectados por el veto con asesoramiento legal. Según informa el diario estadounidense, la respuesta fue inmediata: miles de letrados se unieron a la iniciativa, dispuestos a prestar ayuda en una docena de aeropuertos del país.

«Había abogados de diferentes grandes bufetes, sin ánimo de lucro, trabajando juntos», indicó Andre Segura a «The New York Times». Segura fue uno de los letrados que respondieron a la llamada de «International Refugee Assitance Project», prestando su ayuda en el aeropuerto JFK de Nueva York. «La dinámica entre lo que estaba ocurriendo en el interior del aeropuerto con los abogados, y fuera con las protestas masivas... nunca había pasado por algo así», señaló al mismo medio.

Las protestas estallaron después de que Trump anunciase su veto el pasado viernes. El sábado, numerosos viajeros vieron bloqueado su acceso a territorio estadounidense. El primer día de la medida, 109 personas fueron detenidas en aeropuertos estadounidenses. A otros 173 viajeros se les impidió embarcar en aviones con destino al país americano.