Harnaam Kaur
Harnaam Kaur - ABC

La historia de la auténtica mujer barbuda

Esta joven británica de 23 años sufre un fuerte desajuste hormonal que le provoca tener un abundante vello facial. Víctima del acoso por su apariencia física, pide ayuda en televisión para frenar el rechazo al que está sometida

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El pasado mes de mayo Conchita Wurst, la apodada por todos como la «mujer barbuda», ganó el festival de Eurovisión interpretando su tema «Rise like a Phoenix» y en cuestión de minutos se convirtió en uno de los personajes más mediáticos del año por su singular imagen. En realidad, Conchita Wurst es el «álter ego» de Thomas Neuwirth, un joven austriaco que cuando se sube a los escenarios se transforma en un travesti con barba. Un mero espejo de su identidad que se difumina cuando los focos se apagan. Sin embargo, en el mundo sí existe una auténtica «mujer barbuda», sólo que ella no canta ni es aclamada mundialmente.

Es la historia de Harnaam Kaur, una joven británica de 23 años que por un desajuste hormonal ve como inevitablemente le crece vello facial.

A los 16 años desarrolló el síndrome de ovario poliquístico que, entre otras consecuencias, supone un crecimiento abundante del pelo en la cara. Debido a su imagen, comenzó a sentir el rechazo de la sociedad y a sufrir bullying. Poco después se convirtió al después de convertirse al sijismo, una religión india fundada por Gurú Nanak que prohíbe cortarse el pelo. Y en ese preciso instante decidió aceptarse tal y como es y dejó que el pelo de su cara creciera. «Cuando empecé a dejar crecer mi barba fue por razones religiosas, pero con el paso de los años lo he mantenido como una opción personal», explica Harnaam después de incluir una foto suya en una exposición que conmemora el mejor pelo facial del mundo. Era su manera de reivindicar su felicidad pese a su problema físico. «Me hace sentir como una mujer valiente, no tengo miedo a romper las normas de la sociedad», añadió.

Sin embargo, Harnaam ha pedido a través de un programa de televisión que cese el acoso contra ella por el mero hecho de lucir barba. Y es que ella, como la mediática Conchita Wurst, también quiere superar el rechazo al que ha estado sometida durante varios años y emerger como el ave fénix.

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