El ministro Lupi, durante una sesión de la Cámara de Diputados
El ministro Lupi, durante una sesión de la Cámara de Diputados - reuters

El ministro italiano de Infraestructuras dimite por acusaciones de corrupción

Maurizio Lupi adelantó que renunciará este viernes por un supuesto caso de tráfico de influencias que involucra a su hijo

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Acosado por un gran escándalo de corrupción, el ministro italiano de Infraestructuras y Transportes, Maurizio Lupi, se ha visto obligado a dimitir. Lo hará oficial en la mañana del viernes, pero lo ha anunciado esta noche en el programa televisivo «Porta Porta». De hora en hora, su situación se hacía más crítica, luego de la investigación realizada por la fiscalía de Florencia que llevó a la detención de 4 mánager de las grandes obras públicas en Italia, mientras otras 51 personas son indagadas, entre ellas, figuras del centro-derecha y del centro-izquierda.

Entre los personajes ilustres que figuran en las interceptaciones telefónicas realizadas por la Fiscalía está el ministro Lupi, del Nuevo Centra Derecha, un pequeño partido escindido de Forza Italia de Silvio Berlusconi que gobierna en coalición con el Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi.

El ministro no está investigado, pero la oposición pidió de inmediato su dimisión porque su hijo aceptó un Rolex de 10.350 euros y un puesto de trabajo del empresario Peroti, uno de los indagados. Con el pasar de las horas, se van conociendo nuevos detalles que han acorralado más al ministro, quien habría recibido otros regalos, como un viaje de avión pagado a su mujer.

Sobornos

La fiscalía de Florencia ha definido esta red de corrupción como la «cúpula» que controlaba todas las grandes obras públicas, con la gestión de más de 25.000 millones de euros. Los sobornos llegaban al 3% de costo de las obras, cuyos precios se disparaban a veces hasta un 40% sobre los precios reales. Entre los detenidos figura Ercole Incalza (71 años), quien desde hace más de 30 ha sido el «intocable» del ministerio de Obras Públicas, el que decidía lo que se construía y quién lo hacía, el monarca absoluto que mandaba en el ministerio en los últimos siete gobiernos de derecha, de centro y de izquierda. El pasado año, la oposición y algunos periódicos pidieron al ministro Lupi que fuera expulsado del ministerio, pero él lo defendió con firmeza.

La oposición había anunciado una moción de confianza contra Lupi. Para evitar la humillación del ministro, sobre todo después de que Renzi le hubiera anunciado que el PD podía votar en su contra, Lupi no ha tenido otra alternativa que aceptar su marcha del gobierno. Al anunciar que dimitirá, Lupi ha señalado que su marcha «reforzará la acción de gobierno».

La corrupción, el gran problema de Italia

La dimisión de Lupi supone un alivio para Renzi, que se mostró furioso cuando hace tres días se hizo público este gran escándalo de corrupción, el primero al que se enfrenta su gobierno. El líder del PD ha sido criticado por el retraso con que su gobierno ha presentado proyecto de ley anticorrupción. La ley fue elaborada hace dos años y solo en la tarde del jueves fue presentada para su debate en el parlamento.

La corrupción está considerada el problema más grave de Italia, una plaga que hace un daño de 60.000 millones de euros al año.

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