HERMANOS

Celos: qué hacer cuando llega otro bebé

La llegada de un nuevo miembro al hogar puede suponer una conmoción para el hermano mayor

MADRID Actualizado: Guardar
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La llegada de un bebé cambia totalmente la estructura familiar. En el caso de que haya hermanos hay que tratar de «normalizar» la situación lo más posible. A pesar de esperar con verdadera ilusión este nacimiento, puede que su llegada provoque inicialmente algunos conflictos familiares. La llegada del primer hijo convierte a la pareja en familia; y con la llegada de un hermano, el hijo mayor deberá aprender a compartir el tiempo del que disponen sus padres y que antes le dedicaban sólo a él.

A los pequeños, que pronto se convertirán en hermanos mayores, hay que ir preparándoles poco a poco. Según la AEDP «los padres deben intentar que la imagen que se forme del futuro hermano sea lo más parecida posible a la realidad: los padres esperan un bebé, no otro niño para que juegue con el balón o la muñeca nada más salir del hospital» y añade que «para ello, se le pueden enseñarle fotos de cuando lo esperaban a él y de cuando era un recién nacido.

El hermano mayor podrá ayudar a los padres en la elección de la habitación, la ropa y el nombre del bebé».

En ningún momento hay que dejar de prestar atención al mayor para que el niño no se sienta desplazado. Aunque la madre tenga que estar más pendiente del bebé, el hijo mayor necesita contar con un tiempo en exclusiva para él, igual que cuando el bebé toma el pecho y tiene a la mamá para él solito. Hay que intentar mantener en lo posible las rutinas que seguíais antes del nacimiento del bebé: salida al parque, cuento antes de dormir, etc.

Es muy normal que el mayor manifieste ataques de celos, ya sea con rabietas, con regresiones (hacerse pis, no querer comer solido...) O incluso, en el peor de los casos con ataques injustificados a su pequeño hermanito. La psicóloga Ana Pérez quita importancia a las primeras manifestaciones «Son absolutamente normales. Responden al tipo de príncipe destronado del que habla la literatura. El problema es si llega la agresión al bebé. En ese caso hay que tomar medidas extraordinarias, pero siempre desde el cariño. No hay que olvidar que el hermano mayor está sufriendo».

Lo mejor es hacer partícipe al hermano mayor de cosas que tengan que ver con el bebé y hacerle sentir importante y necesario, por ejemplo, en la hora del baño o en el momento de cambiar al hermanito.

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