La modelo pasó por Madrid para asistir a la fiesta de presentación de Starlite 2017
La modelo pasó por Madrid para asistir a la fiesta de presentación de Starlite 2017 - ABC

Valeria Mazza: «Mi verdadera vocación no estaba en la moda»

Siente «orgullo» por el Sumo Pontífice y confía en el rumbo que tomó su país con el nuevo gobierno

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Hizo historia como modelo a nivel internacional, pero supo aprender a diversificar sus actividades. Con el paso de los años, Valeria Mazza también incursionó en otros campos entre los que cuentan su rol de empresaria, profesora de moda en una universidad de Buenos Aires y, en un plano más personal, mamá -de cuatro hijos que tuvo junto con su marido, Alejandro Gravier-. «Soy la típica acuariana, siempre en movimiento», se define.

La «Top Model» de los ’90, que llegó a compartir las pasarelas con íconos de la moda tales como Kate Moss y Naomi Campbell, ahora muestra un rostro diferente, alejado de los grandes flashes y hasta asegura que su paso por el mundo de la moda tuvo más de fortuito que de voluntario.

«Mi verdadera vocación es lo social, a pesar de que la vida me llevó por el lado de la moda. Creo en la pasión y me gusta todo lo que hago», dice en diálogo con ABC.

En su papel de empresaria, Mazza cuenta con la línea propia de perfumes VM Beauty, es dueña de la revista Valeria Mag y de la marca Valeria Mazza Eyewear. Además, es la imagen de la firma internacional Falabella. «Estoy trabajando mucho para mi país y para América Latina», señala. Pero los intereses de la argentina también atraviesan la barrera del Alántico.

Admiradora de la belleza propia de las tierras ibéricas, la modelo confiesa que aprovecha para viajar cada vez que puede cuando está de paso por España por cuestiones laborales. Especialmente, disfruta de pasear por la capital madrileña junto a su esposo y reconoce que son fanáticos de Andalucía: «Nos encanta el sur. Sevilla es hermosa».

Fan del Papa Francisco

Como argentina que es, Mazza admite que, en su momento, festejó la elección de un Pontífice compatriota suyo y sostiene que su admiración por Francisco sigue en pie hasta el día de hoy.

«Siento orgullo de que sea nuestro Papa. Además, me gusta mucho su impronta y su personalidad», cuenta. Y el aprecio parece ser mutuo: en julio de 2015, la modelo fue convocada para ser maestra de ceremonias en un foro sobre el cambio climático que tuvo lugar en la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales de la Santa Sede.

Por otro lado, la empresaria se muestra muy entusiasmada con el rumbo que está tomando el país a partir de la asunción de Mauricio Macri como presidente de los argentinos en diciembre de 2015, a quien acompañó junto a su marido desde los primeros días del gobierno y con quien los une una larga amistad. Sobre este punto, asegura sentirse «con muchas ganas de cambio y esperanza».

Y también se refiere al pasado: «En el país ya probamos de todo y no funcionó. Ahora vamos por el cambio. Confío mucho en los argentinos».

A pesar de su característico bajo perfil, el año pasado la modelo había sido objeto de críticas en su país por la exposición de su hijaTaína Gravier, quien había protagonizado una producción de fotos con apenas 7 años, Sin embargo, Mazza sostiene que aún no es seguro que la pequeña -que se le parece, y mucho- vaya a seguir sus pasos: «No necesariamente. Ella me ha acompañado en varios desfiles y comparte esos momentos conmigo. Pero tiene algo de artista, estudia comedia musical y también le gusta mucho cantar».

Madre y empresaria, Mazza se muestra feliz de seguir en movimiento y lo repite siempre que puede. «Todo me entusiasma y me apasiona», insiste con ese brillo en los ojos que la convirtió veinte años atrás en una de las caras más famosas de todo el mundo.

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