Sonia Ferrer y Nacho Barroso, un amor de verano que no superó el otoño

La distancia, como menú diario cuando se empieza una relación, no suele digerirse bien. Esto ha sido, en resumidas cuentas, lo que le ha ocurrido a Sonia Ferrer, que ha confirmado en la revista «Corazón Tve» el final de su noviazgo con Nacho Barroso, un amigo de toda la vida con el que este verano se dio una oportunidad. Él reside en Tarifa (Cádiz) y allí seguirá, pues es donde tiene su base de operaciones.

Tras una relación tumultuosa y mediática con Álvaro Muñoz Escassi, y una ruptura entre ambos nada amistosa, la televisiva Sonia se quedó tranquila en su casa de la sierra madrileña y al cuidado de su hija, con quien está especialmente unida.

«La semana que tengo a mi niña no veo a nadie ni salgo a ningún sitio. Estamos pegadísimas y sólo cuando le toca estar con su padre aprovecho para hacer mis cosas», confiesa Sonia.

Y es cierto. Su divorcio del empresario italiano Marco Briachela tampoco fue dulce. Los desencuentros entre ambos estallaron al tiempo que Sonia iniciaba un idilio con Muñoz Escassi, nacido en las aguas de una piscina en formato de reality de televisión. Todo esto acabó en el divorcio de ella y la separación del jinete, que por aquel entonces salía con Patricia Martínez.

Y si alguien hubiera apostado por el futuro de la pareja Ferre-Escassi, se habría arruinado. A pesar de los comentarios, Sonia estaba convencida que su amor sería duradero, pero se equivocó. Llego el momento de partir peras y cuentan los cercanos que aquello no fue una tragedia griega porque Sonia no quiso protagonizar más polémicas. A fin de cuentas, es un personaje público y con una imagen que debe cuidar. Así que ni siquiera se ha pronunciado sobre la aparición de una hija secreta del jinete.

Sonia Ferrer sólo habla de asuntos profesionales. Actualmente forma parte del equipo de tertulianas de «Amigas y conocidas», el programa que presenta Inés Ballester en TVE y es en ese espacio donde ha aclarado que ya no sale con Nacho Barroso y que uno de los motivos ha sido la distancia, que es el olvido.