Luisa Álvarez de Toledo, la duquesa Roja
Luisa Álvarez de Toledo, la duquesa Roja - EFE

Preparan una serie de televisión sobre la lucha por la herencia de la duquesa roja

Íñigo Ramírez de Haro, cuñado de Esperanza Aguirre, está detrás del proyecto. Ha asistido al juicio en el que los Medina Sidonia se disputan 60 millones

MADRID Actualizado: Guardar
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La vida -y muerte- de Luisa Álvarez de Toledo, popularmente conocida como la «duquesa roja», tiene visos de novela negra. O de culebrón televisivo. Íñigo Ramírez de Haro, diplomático y escritor, viajó hasta Sanlúcar de Barrameda para asistir al juicio por la millonaria herencia de la duquesa de Medina Sidonia. Como un testigo más, el marqués de Cazaza en África y cuñado de Esperanza Aguirre tomó notas de todo, dado que, según ha podido confirmar ABC, quiere rodar una serie sobre el caso. Polémico en casi todo lo que hace, el próximo 5 de noviembre sube al escenario del teatro Nuevo Apolo de Madrid su nueva obra. Se llama «Trágala, trágala» y cuenta con Fernando Albizu en la piel de Fernando VII.

Promete ser un desfile de los políticos de ayer y de hoy donde habrá todo tipo de sorpresas, como es el caso de Artur Mas, al que «desgraciadamente no queda más remedio que fusilar porque se ha vuelto muy cansino» (palabras del autor). Pero el escritor ya está preparando un guión televisivo sobre los Medina Sidonia y su guerra por un patrimonio valorado en 60 millones de euros que su madre les quitó poco antes de morir.

Un mes exactamente es lo que ha durado el juicio del llamado caso Medina Sidonia, por el que los tres hijos de la duquesa roja reclaman sus derechos sobre la millonaria herencia de la aristócrata. Hasta ayer viernes, cuando quedó visto para sentencia, tanto los hijos como la parte contraria han desfilado por el juzgado número uno de Sanlúcar para esbozar sus argumentos y defender lo que consideran es de justicia. Se da la circunstancia de que Leoncio, Pilar y Gabriel González de Gregorio han acudido cada uno con su respectivo abogado, dado que no todos coinciden en las mismas peticiones. El mayor, Leoncio, actual duque de Medina Sidonia, pide tanto la parte legítima de la herencia como la parte de mejora. Pilar reclama su legítima y Gabriel también solicita lo que le correspondería por la cesión de la iglesia de la Merced que realizó su madre y que considera forma parte también del legado.

Tensión palpable

Aunque cada uno estaba representado por un abogado, lo cierto es que en muchos puntos han estado de acuerdo, al existir intereses comunes. Javier Timermans, experto en derecho nobiliario, es quien se ha encargado de la defensa de Gabriel, mientras que Nicolás González representaba a Pilar, y Eduardo Ferreiro a Leoncio. Evidentemente la comunicación ha sido fluida, ya que enfrente tenían a Liliane Dahlmann, con quien la duquesa se casó in artículo mortis, así como la propia Fundación y el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, al que una parte reclama también la antigua iglesia de La Merced, que la duquesa cedió al ayuntamiento años antes de crear la fundación.

Durante estas jornadas la tensión se mascaba en el aire, y es que no ha sido fácil para ninguno estar en el mismo espacio y escuchar los diferentes alegatos. De los hijos, el único que ha intercambiado alguna palabra con la viuda ha sido precisamente Gabriel, quien, al igual que su hermano mayor, ayer se mostró indignado tras escuchar al abogado que representa a la Junta de Andalucía en el último día de conclusiones. El Gobierno andaluz no está dispuesto a que el valioso patrimonio de la duquesa roja se disperse o cambie de manos.

«No entendemos que la Junta se ponga a proteger a personas jurídicas, eso es una injerencia en un asunto privado donde se discute la titularidad», explica a ABC Leoncio, el mayor de los hermanos. «El argumento que dan es que no se podía aplicar la legislación del Código Civil en lo relacionado a la legítima, ya que se trataba de una dotación, cuando resulta que es muy claro en cuanto que cualquier entrega de un bien a una persona tanto física como jurídica se considera liberalidad si no se cobra nada a cambio. A la Junta le debe preocupar que ese bien cultural esté bien conservado, esté dispuesto a la difusión para la investigación y esté localizado, pero entrar en la titularidad me parece una pretensión preocupante», explica el duque de Medina Sidonia.

También Gabriel está muy sorprendido por la manera en la que se implica la Junta de Andalucía, y es que ellos consideran que su caso es muy parecido al del hijo de Camilo José Cela contra la Fundación Cela, caso que finalmente ganó. «Lo que ha hecho la Junta es escandaloso porque interfieren en el Estado de Derecho con una sucesión de trampas para expoliar a los ciudadanos», argumenta Gabriel. Ahora solo les queda esperar el veredicto.

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