Maradona y su nobvia, Rocío Oliva, en un partido de rugby de la World Cup 2015
Maradona y su nobvia, Rocío Oliva, en un partido de rugby de la World Cup 2015 - CORDON PRESS

Maradona pasa por el quirófano para bajar de peso

Madrid Actualizado: Guardar
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Hace tiempo que Diego Armando Maradona dejó de ser noticia por sus virguerías con el balón. Concretamente desde el día en que se despidió definitivamente del fútbol en un abarrotado Estadio Monumental de Buenos Aires, el 25 de octubre de 1997. Sus regates, su zurda y su carisma en el campo dieron paso a una vida que ya estaba trufada de adicciones y un excesivo consumo de alcohol que lo abocarían a su eterna lucha contra el sobrepeso. Nunca tuvo menor reparo en reconocerlo; incluso, hace 20 años lo ilustró en una entrevista de la siguiente manera: «Estaba tan gordo, que me cansaba cuando hacía el amor con mi mujer».

Durante las dos últimas décadas ha encadenado tratamientos e intervenciones quirúrgicas, pero ninguno de ellos ha surtido efecto a largo plazo.

Así que el pasado jueves viajó a Caracas para intentarlo una vez más, según informa el diario «Clarín». Tras someterse a los exámenes prequirúrgicos necesarios, ayer le colocaron un cinturón gástrico. Se trata de una banda de silicona que se coloca alrededor del estómago para reducir su tamaño. Los médicos pueden controlarla a través de un dispositivo que se encuentra debajo de la piel, lo que les permitirá regularla en función de las necesidades del que fuera astro del balón.

Boda con Rocío Oliva

Maradona parece haberse decidido a pasar por el quirófano no sólo por motivos de salud, sino también para mejorar su aspecto físico ante su próxima boda con su novia, Rocío Oliva (30 años menor que él), a la que conoció en Mar de Plata en el año 2010. Ni Rocío, ni el gran amigo de Maradona, Alejo Clérici, se han separado de El Pelusa durante su estancia en Caracas.

De momento resulta prematuro evaluar los resultados de esta nueva intervención, pero en cualquier caso deben tratarse con cautela, ya que en algunos casos sus efectos se diluyen.

En 2005, el exfutbolista argentino ya se sometió a un  bypass gástrico en Cartagena de Indias (Colombia). El historial clínico de Maradona resultaba aterrador: 1,64 de estatura y 120 kilos, acompañado de hipertensión, problemas respiratorios, apnea del sueño, una miocardiopatía dilatada, diabetes y la función renal alterada. Los resultados tras la intervención fueron calificados en su día como «asombrosos». El Pelusa no sólo reapareció con unos 50 kilos menos, sino con una evidente mejora cardíaca. Estaba rejuvenecido. Hasta parecía el de antes.

Pero unas cuantas salidas nocturnas fueron suficientes para volver a dar al traste con los logros alcanzados. Poco a poco, Maradona volvió a recuperar los kilos.

Obcecado en ganarle la batalla al sobrepeso, en 2007 viajó a Suiza para someterse a un tratamiento para terminar con la retención de líquidos. «Estamos planeando unas vacaciones para que que salga un poco del país para que se escape de sus amigos y del entorno» declaró entonces su médico personal Alfredo Cahe. Y quizá ahí radica el principal problema. Las amistades peligrosas que le arrastran una y otra vez a las salidas desenfrenadas y los tragos de más. Tras la nueva intervención, Maradona deberá ordenar sus prioridades.

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