El Rey Felipe VI preside el emotivo funeral en memoria del duque de Medinaceli

En torno a las ocho de la tarde de ayer, el termómetro aún no había bajado de la altísima temperatura a la que se había encaramado a lo largo de una jornada tórrida en Madrid. A esa hora, sin embargo, la penumbra ya alcanzaba las puertas de la basílica de Jesús de Medinaceli, precisamente cuando comenzaron a llegar familiares, amigos y todo aquel que quiso rendir un último homenaje a Marco de Hohenhole, duque de Medinaceli, quien falleció en la madrugada del pasado 19 de agosto en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras una larga enfermedad. Tenía 54 años. A todos ellos –aristócratas, financieros, periodistas...– se sumo el Rey Felipe VI, quien fue recibido a las puertas del templo por Pablo y Flavia de Hohenlohe, hermanos del fallecido duque.

Tras saludarles con un afectuoso abrazo, Don Felipe entró en la basílica, donde compartió banco con ellos y con los dos hijos de Marco, Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg, heredera del título, y Alexander, fruto de su matrimonio con Sandra Schmidt-Polex.

La misa-funeral fue una ceremonia solemne y sencilla, aunque muy emotiva. Estuvieron presentes Cristina de Borbón Dos Sicilias y su marido, Pedro López Quesada; el duque de Alba, Esther Koplowitz, Miriam Ungria, Nora de Liechtenstein, Tessa de Baviera, Ana Gamazo, Jaime de Marichalar, Eugenia Silva, acompañada por Alfonso de Borbón, Pilar González de Gregorio, Javier Soto, Pedro Gómez Baeza, Esther Doña, a quien no se la vio con su pareja, Carlos Falcó... Se echó de menos a su inseparable Hubertus de Hohenlohe, quien ya se despidió de Marco el 21 de agosto en Marbella, durante una ceremonia privada, así como a Luis Medina, sobrino del fallecido. Uno de los momentos más emotivos del funeral fue precisamente cuando se puso fin a la misa con el himno de España.

Pocas horas después del fallecimiento de Marco de Hohenlohe, su hermana Flavia contaba a ABC que «era supercariñoso, empático, ingenioso. Tenía pasión por sus hijos. Fue fiel amigo de sus amigos». Ayer, muchos de ellos se lo agradecieron.