Daniela Ospina
Daniela Ospina - ABC

Daniela Ospina hace tambalear su matrimonio con James Rodríguez

Para los colombianos, cuyos héroes son pocos y los antihéroes guerrilleros y narcotraficantes son muchos, que el volante del Real Madrid, James Rodríguez, protagonice estas escenas, es mejor ni creerlo

CORRESPONSAL EN BOGOTÁ Actualizado: Guardar
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Infiel, pasado de peso, poco humilde, indisciplinado, soberbio al ser arrestado por la policía española cuando iba a un entrenamiento y conducía a 200 kilómetros por hora. Los colombianos, cuyos héroes son pocos y los antihéroes guerrilleros y narcotraficantes son muchos, que el volante del Real Madrid, James Rodríguez, protagonice estas escenas, es mejor ni creerlo, ni leerlo, ni intuirlo. James es su ídolo.

Por eso uno de los libros que más se vendió en Colombia el año pasado fue la biografía James, su vida (Aguilar, 2015), escrita por el periodista Nelson Freddy Padilla quien entrevistó a más de 60 personas entre amigos, familiares, entrenadores y jugadores.

En 200 páginas Padilla confirma que en el fútbol, la perseverancia, el sacrifico, el talento innato tiene recompensas.

Y Daniela Ospina, la esposa de James, ocupa un lugar central en la historia de este hombre que nació en 1991.

A ella, destacada jugadora de voleibol, James la conoció en 2007 en los XV Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. En 2010 se casaron. «El pacto carnal y espiritual lo tienen tatuado en la piel: los nombres de cada cual en conexión con Dios», escribe Padilla, cuyo libro, que va por la segunda edición en el mercado hispano, ya se lee en japonés y próximamente será traducido al francés y al rumano. «En el bíceps del brazo derecho de James está el nombre de su madre Pilar en letra pegada y debajo el de Dani y el de su hermana Juana. En el brazo izquierdo una frase cristiana de tres renglones que recuerda que Dios le da a cada cual lo que se merece, acompañada del dibujo de un crucifijo y un rosario». Daniela sin duda alguna le dio estabilidad, fuerza.

Con el corazón pacificado, James pudo concentrarse en crecer. Según un perfil publicado por la revista colombiana «Don Juan», James ganó el año pasado cerca de quince millones de dólares, diez por patrocinios –de marcas como Adidas, Pepsi, Gatorade, Bimbo, Milo, Bronzini y Huawei–, cuatro por sueldo y uno por bonificaciones de goles. «James recibirá en siete minutos lo mismo que un colombiano con el salario mínimo en una semana. Nada mal para un superhéroe que se convirtió, sin duda, en el colombiano más caro en la historia del fútbol –el Real Madrid pagó ochenta millones de euros por sus derechos y deportivos– y el quinto más cotizado de todos los tiempos, detrás de Ronaldo, Bale, Neymar y Luis Suárez», remató Don Juan.

Por eso, todo lo que desestabilice a James es noticia. «Según sus allegados –cuenta Padilla-, la relación de Daniela y James es armónica porque él es callado y ella es la que le habla y propone. Después de los partidos lo felicita y critica con dureza como aprendió de Pilar (la madre) y Juan Carlos (el padrastro de James), y de tanto ver fútbol. Cuando el deporte pasa a un segundo plano las discusiones vienen porque él es demasiado casero y ella quiere mayor vida social. James llega agobiado de las entrevistas, campañas publicitarias y cámaras y quiere encerrarse. Ella quiere escapar de la rutina».

Programa de baile

Lo hizo en este 2016. Se vino a Colombia junto con Salomé, la hija de dos años, y ahora los colombianos la ven todas las noches bailando con sugerentes vestidos en «Bailando con las estrellas», el reality del canal RCN. Su ausencia coincidió con las críticas hacia James. No sólo arrancó el año siendo suplente en los tres partidos que ha disputado el Real Madrid, sino que a diario aparecen versiones de prensa con todo tipo de malas noticias: que son obvias las diferencias con el entrenador Zinedine Zidane y que el matrimonio está en crisis pues James se la pasa en clubes nocturnos por Madrid. «Todo lo que se dice es parte de la leyenda. Si James estuviera de rumba en la noche ya habría fotos. Grave si lo ven borracho», dijo esta semana al diario «El Tiempo» una fuente cercana al jugador, quien enfatizó que no hay nada oficial en todo lo que se ha dicho alrededor del futbolista.

Daniela, 23 años, hermana del portero de la Selección Colombia, David Ospina, es joven pero prudente. Cuando James apareció entre los usuarios de Ashley Madison, un sitio web en el que los usuarios eran infieles virtuales, fue enfática. «Confío en él», dijo. Ahora habla poco y según le contó a la revista «Vea», a pesar de la distancia con James está feliz y enamorada. «Todos los días se hablan por teléfono y se comunican por viodeochat», contó una fuente.

Pero las cosas no están saliendo como lo esperaban. En el concurso, por ejemplo, Daniela no ha convencido a los televidentes, a pesar de obtener una buena calificación por parte del jurado. Con una versión flamenco del reguetón de Dom Omar, «Aunque te fuiste», Daniela salió al escenario con el pelo recogido y un traje azul. Para muchos estuvo «estática y nerviosa». Los usuarios de redes sociales fueron lapidarios. Compararon a Daniela con un tronco. La voleibolista, quien había manifestado que el baile era otra de sus grandes pasiones, además del deporte, seguirá: en las próximas semanas competirá con expertos como la modelo Natalia París, la actriz Flora Martínez o la transgénero Endry Cardeño.

Sin embargo James ha demostrado que no se deja derrotar. «Así como Real Madrid es la máxima expresión del fútbol mundial, también es noticia, y las noticias son de todo tipo. Sigo creyendo que James es un gran profesional, sabe lo que representa para el país, tiene la mentalidad para salir adelante. ido», dijo el jueves pasado el seleccionador nacional de Colombia, José Pékerman, uno de los que más conoce a James. Que así sea.

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