Silvio Berlusconi a la salida del hospital
Silvio Berlusconi a la salida del hospital - EFE

Berlusconi sale del hospital: «Ha sido una prueba muy dolorosa»

Se mostró cansado, sin su habitual «círculo mágico», y dispuesto «a ser útil para Italia»

CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado: Guardar
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Se le ha visto algo probado y cansado a Silvio Berlusconi, de 79 años, y así lo reflejan sus primeras palabras saliendo del hospital: « Ha sido una prueba muy dolorosa. No pensé tener que enfrentarme a tanto mal. Ahora estoy un poco mejor. Me esperan dos meses de rehabilitación y después seré de nuevo útil a Italia y a los italianos»

Estas han sido las primeras declaraciones de Berlusconi, al salir del hospital San Raffaele de Milán, donde fue ingresado el 7 de junio para ser operado, el 14, a corazón abierto, sustituyéndo la válvula aórtica.

El exprimer ministro continuará la rehabilitación en su villa San Martino, en Arcore (Milán), bajo la supervisión de un equipo medico dirigido por el doctor Alberto Zangrillo.

A pesar de mostrarse probado, el líder de Forza Italia salió del hospital con ganas de hablar de todo, desde la política internacional al Milan.

Además de su palidez y cansancio, su imagen ofreció una gran novedad: Berlusconi apareció apoyándose en el hombro de Valentino Valentini, el nuevo jefe de la secretaría política de Forza Italia. A su lado no estaban las dos personas que en los últimos años han encabezado el llamado «círculo mágico» que rodeó Berlusconi: su novia Francesa Pascale, 31 años, y la que era su ayudante personal, la senadora Mariarosaria Rossi, quien no lo dejaba ni a sol ni a sombra.

Ese entorno, al que algunos maliciosamente llamaban «círculo trágico» porque ha devastado a Berlusconi, es ya solo un lejano recuerdo. La imagen de ayer era la clara confirmación de que ese «círculo» ha sido defenestrado por la hija mayor de Berlusconi, Marina. Todas han hecho las maletas, salvo la novia Pascale. Falta ahora saber el papel que le habrá reservado Marina a la novia de su padre.

A quien le ha preguntado si aún se siente un líder político, Berlusconi ha respondido dando a entender que pretende ser una especie de «padre noble» del centroderecha: «Espero tener las fuerzas para poder dar todavía algún consejo si hay necesidad». La voluntad del fundador de Forza Italia de labrarse un papel de «sabio» o consejero político, emerge de algunas de sus reflexiones sobre Matteo Renzi, terrorismo y Brexit: «No hay líder al que poder confiar nuestro destino. Veo también a nivel internacional falta de liderazgo. La salida de Inglaterra de la Unión Europea puede causar disgregación».

El pensamiento de Berlusconi ha ido también a la pasión de su vida, el Milan, club del que ha sido propietario durante casi 30 años. Ha confirmado su venta a los chinos, que «se han comprometido a invertir al menos 400 millones en los dos próximos daños»

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