Mónica Cruz: «Me cuesta dejar a mi hija al cuidado de otros»

Natural, espontánea y relajada. Así ha reaparecido Mónica Cruz 17 meses después de dar a luz. La actriz y bailarina, que era igual de celosa con su vida privada que su hermana mayor, Penélope, reconoce que su hija le ha cambiado la vida hasta el punto de hablar de todo con la prensa. Así pasó esta mañana, cuando Mónica amadrinó la vuelta al mercado de la popular marca de cremas para el cuidado de las irritaciones de la piel Halibut.

Ataviada con un vestido rojo de Dolce & Gabbana que destacaba sus curvas, Mónica se ha descubierto como la versión fina de Belén Esteban. Parece una nueva madre coraje. No en vano, la actriz no quiere retomar aún su carrera porque su verdadero deseo es estar con su hija «las 24 horas del día».

Por eso ni se plantea llevarla a una guardería y no busca, de momento, una chica que la cuide: «Eso es un asunto muy complicado para mí», asegura mientras reconoce que lo más difícil no es estar con su hija sino «dejar que otros la cuiden». Mónica está a todas horas con Antonella, menos tres semanas después de nacer, cuando la dejó para amadrinar a otra marca.

Entregada a su papel de famosa, Mónica ha hablado con naturalidad de todo. A su pequeña la ha definido como «curiosa pero prudente, tranquila pero con carácter». Además, la niña se parece mucho a Mónica. Teniendo en cuenta que la pequeña de las Cruz, de 37 años, es un calco de Penélope, y que esta última ha sido elegida como la mujer viva más sexy, parece que en la siguiente generación vienen bellezones. Sobre el nombramiento de su hermana, Mónica está muy contenta. Pero no solo por el título, también «por su carrera, por los años que lleva. Es genial que una mujer con cuarenta sea la más sexy», opina. Pese a que no ha hablado con Javier Bardem, supone que estará «muy orgulloso», de ser marido de tal beldad.

Su relación con su hermana es estupenda, por eso le pide consejos sobre sus hijos. Penélope tuvo a su segunda hija, Luna, apenas dos meses antes que su hermana Mónica. Los primos se llevan muy bien y juegan mucho juntos. No obstante, Mónica quiere tener más hijos. «Sobre todo por mi hija, aunque ahora mismo la estoy criando a ella y no tengo tiempo, yo me he criado con dos hermanos y quiero que ella tenga», desvela. Los niños llegarán, aunque no sabe si será con una pareja o por los mismos métodos que antes: «Dilo, por inseminación artificial, no pasa nada». A quien no ven tanto es a su padre. Mientras que muchas revistas aseguran que la relación es inexistente, Mónica solo dice que se ven menos «porque él vive en Murcia».

Al contrario de su hermana, Mónica tiene asumido que su vida privada despierta ciertas inquietudes por la gente, por ello ha decidido llevar el interés de la prensa «con naturalidad». «Cuando lo manejas con naturalidad no pasa nada. Yo no quiero que si un día hay un fotógrafo ella (su hija) lo vea como algo raro. No le doy más importancia de la que tiene», explica. Su actitud dista mucho de la de Penélope. Quizás tendremos que recurrir a Mónica para saber de su hermana, aunque ella vaya a aparecer poco: «Los primeros años quiero estar con mi hija 24 horas, necesitaré alguien de confianza, pero poco a poco», concluye.