Urkullu se remanga la camisa antes de dar inicio a su intervención
Urkullu se remanga la camisa antes de dar inicio a su intervención - EFE

Urkullu, ante las especulaciones sobre un adelanto electoral: «No hemos terminado la legislatura»

El lendakari recuerda a los suyos que no han «terminado el trabajo» al hacer balance de sus primeros 1.000 días

VITORIA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«No hemos terminado la legislatura. Seguimos trabajando». El lendakari Iñigo Urkullu ha aparcado así las especulaciones sobre un posible adelanto de las elecciones autonómicas en el País Vasco, durante el acto, celebrado este mediodía, en el que ha hecho balance de los compromisos que se había fijado hace tres años su gabinete para los 1.000 días de gobierno. Urkullu ha reconocido en más de una ocasión que está pendiente de factores externos para fijar la fecha en la que los vascos acudirán a las urnas. Factores que no son otros que una posible repetición de elecciones generales. La previsión es que, si se produce, las autonómicas serán cuando está previsto, en torno a octubre. Si a lo largo de este mes se conforma Gobierno central, se abre una ventana al adelanto.

De momento, y a la espera de lo que deparen las conversaciones a dos bandas de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias y Albert Rivera, Urkullu ha subrayado ante los altos cargos de su ejecutivo, encabezados por sus consejeros, que le escuchaban en el atrio de Lehendakaritza, en Vitoria, que su acto de balance «no es el final de la legislatura». «No habéis terminado el trabajo», ha recordado a los suyos. Sus últimas palabras han vuelto a apuntar en la misma dirección. «Os agradezco vuestro trabajo», ha indicado a la cúpula del Gobierno autonómico, «pero queda mucho trabajo por hacer».

Urkullu se ha explayado por espacio de casi una hora. Más allá de su discurso, ha llamado la atención la puesta en escena. De pie, con la camisa remangada -lo primero que ha hecho es despojarse de su chaqueta- y con un micrófono de corbata para tener libertad de movimientos, el «speech» apoyado en diapositivas. A partir de ahí, lo que perfectamente se ha podido descifrar como un acto de precampaña, en el que ha ido presumiendo de los distintos logros de su gabinete.

El único momento en el que se ha apartado del tono monocorde de enumeración de los distintos hitos ha venido de la mano del apartado de reducción del déficit público. Aquí el lendakari ha querido hacer hincapié en que están «cumpliendo una imposición como consecuencia de la reforma exprés de la Constitución». «Ya que lo tenemos que hacer», ha añadido, porque «responde a la seriedad de una institución que atiende a la Unión Europea, queremos identificar que una communidad autónoma con autogobierno singular como el País Vasco sea rigurosa con algo que trasciende el Estado español y afecta a la Unión Europea».

«Hemos cumplido»

«Hemos cumplido. Y ese es el compromiso: cumplir con la palabra dada», ha sacado pecho Urkullu en su resumen final, cuando ha asegurado que el programa de gobierno se ha ejecutado en más de un 90%, que hay 629 iniciativas comprometidas en marcha, que los objetivos de déficit también se han cumplido o que el 100% de los planes estratégicos están en ejecución. También ha ensalzado que de 29 proyectos de ley comprometidos, 23 se han aprobado, pero ha pasado por encima el escaso número de éstos que se han convertido en ley. Algunas lo harán casi a última hora, como la Ley Municipal, que será aprobada mañana en el Parlamento.

Se ha felicitado el lendakari porque si bien él no se atreve a decir eso de que «la crisis ha terminado», sí opina que hay una «tendencia positiva» gracias a un «esfuerzo compartido con la sociedad», que ha permitido gneerar unos 30.000 empleos y encadenar 9 trimestres consecutivos de crecimiento del PIB. En este punto ha avanzado que el primer trimestre de 2016 sigue por esta senda.

Tras el balance, ha recordado Urkullu los retos que se fija para 2020, que incluyen dejar el paro por debajo del 20%, situar el PIB por encima del 125% de la Unión Europea, que se haya producido el desarme definitivo de ETA o que el «nuevo estatus político» haya quedado aprobado. Punto este, el del estatus, en el que no se ha extendido en exceso, atascado como está en la ponencia de autogobierno que alberga el Parlamento vasco.

«Ahora toca crecer», ha indicado en la parte final de su intervención, después de hablar de los «años difíciles» que le ha tocado sobrellevar no solo a su Gobierno, ha afirmado, sino también «a la sociedad, las empresas, las instituciones». «Se ha aguantado, hemos sido rigurosos y hemos garantizado las necesidades», ha apuntado. Urkullu, que ha sido propuesto por el PNV como candidato a la reelección como lendakari, a la espera tan solo de que lo ratifiquen las bases, ha acabado hablando de «modernización» y «juventud». Y ha expresado: «Tengo confianza en la fuerza interna de las personas de Euskadi».

Palabras con ese tono de campaña que le criticaba la oposición cuando se anunció este acto de balance. Una campaña que, por el momento, y a tenor de sus palabras, todavía se va a demorar unos meses.

Ver los comentarios