SUCESOS

Un varón de 140 kilos, a punto de morir ahogado en su propio vómito en Fuenlabrada

No fue a trabajar y no respondía al teléfono. Su hermano avisó a la Policía y los agentes, ante la tardanza de los bomberos, abrieron la puerta por el método del resbalón. Yacía en el suelo, morado y con las vías respiratorias obstruidas

Madrid Actualizado: Guardar
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Un hombre de 46 años y de 140 kilos de peso, vecino de Fuenlabrada, a punto estuvo de perder la vida ahogado en su propio vómito. De no ser por la reanimación que le realizaron agentes de la Policía Nacional, alertados por su hermano, no lo habría contado. Cuando le atendieron estaba ya cianótico (morado).

Los hechos se produjeron el pasado miércoles 18 de noviembre en la citada localidad. Hasta ahí se desplazó un indicativo tras recibir una llamada del pariente de la víctima temeroso de que algo grave le hubiera ocurrido.

Y es que Enrique T. L., no se había presentado ese día a su puesto de trabajo ni había dado ninguna explicación, algo inusual en él. Además, tampoco contestaba a las llamadas telefónicas.

Por ello, su hermano, preocupado, avisó al 091 para que averiguaran qué sucedía, dado que él no tenía llaves.

Ladridos desesperados

Cuando acudió el coche patrulla, los funcionarios y su familiar se imaginaron lo peor, ya que según subían por las escaleras hacia su piso, se escuchaban con más intensidad los ladridos angustiados de su perro, demandando auxilio. El pobre animal estaba afónico y nervioso y no cesaba de llamar la atención de los vecinos.

Como la dotación del Cuerpo de Bomberos requerida iba a tardar en llegar y la situación era desesperada, los agentes lograron acceder al domicilio por el denominado «método del resbalón». Introdujeron una tarjeta de plástico entre el marco de la puerta y la cerradura, para desactivar el pestillo y abrirla. Suerte que no estaba cerrada con llave.

Una vez en su interior, le hallaron tendido en el suelo, en el pasillo. Estaba boca arriba, envuelto en su propio vómito. El tono de su piel era azulado y tenía las vías respiratorias obstruidas.

Los agentes fueron felicitados por la médico del Summa y por los vecinos del inmueble

Los agentes le colocaron de lado no sin dificultad, dado el peso de la víctima, y finalmente consiguieron reanimarlo y que pudiera respirar. Le estuvieron atendiendo hasta que llegaron los servicios de emergencia, unos quince minutos después.

Tras ser asistido por los sanitarios, la médico del dispositivo manifestó que, de no ser por la rapidez y la eficacia mostrada por la Policía, el paciente habría fallecido.

La noticia corrió como la pólvora entre los residentes en el inmueble, situado en la plaza de la Coruña, por lo que, cuando Enrique T. L., los funcionarios policiales fueron felicitados por los vecinos allí congregados.

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