Un informe de Calle 30 dice que reducir la velocidad en el paseo de Extremadura no baja la polución

Los expertos advierten de un «impacto negativo» en el plan de rebajar la velocidad de 70 a 50 km/h: provocaría más atascos y más accidentes

El paseo de Extremadura en dirección Madrid ISABEL PERMUY
Tatiana G. Rivas

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El 25 de mayo de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, aprobó rebajar el límite de velocidad de 70 kilómetros por hora a 50 en el paseo de Extremadura . Concretamente, entre el tramo que discurre entre el cruce de la avenida de los Poblados y el túnel de la avenida de Portugal, que pasaría a catalogarse como vía urbana. La iniciativa que partió de la bancada socialista salió adelante con los votos a favor de los propios y de Ahora Madrid . PP y Cs votaron en contra. Según ha mantenido el equipo de Gobierno hasta el pasado verano, las obras para este proyecto, que incluía la colocación de señales semafóricas y pasos de cebra en el recorrido, comenzarían en marzo del año que viene –con retraso–.

Lo que ha ocultado durante más de un año el Consistorio es la existencia de un informe realizado por técnicos de Calle 30, al que ha tenido acceso ABC, que concluye, a 26 de septiembre de 2016, que dicha medida tiene « un impacto negativo en el tráfico ». También en su explotación. Es taxativo: «Se reduce además la seguridad en el interior del túnel al empeorar las condiciones existentes, aumenta el riesgo de incidentes e incrementa las consecuencias de los mismos por el simple hecho de haber más vehículos y personas en el entorno del punto donde se pueda producir una incidencia».

Horas críticas

El documento, al que ha tenido acceso ABC, analiza el impacto que puede producir la reducción permanente del límite de velocidad de la Autovía A-5 en el tramo mencionado. La primera de las conclusiones que introduce el dossier es que la variación del límite de velocidad de 70 km/h a 50 reduciría la capacidad de la vía en el entorno un 27% , « pudiendo absorber menos vehículos por carril cada hora». Se pasaría de 1.800 coches la hora por carril a 1.300.

Dicen los especialistas que el nivel de servicio «sería crítico» a partir de las 14 horas , sobre todo los miércoles y los viernes, en los que las retenciones producidas se prolongarían hasta las 22 horas. Se llegaría en algunos casos, detalla el escrito, hasta la media noche, con más de 5.000 vehículos retenidos en el túnel , distribuidos en cada uno de los ramales de conexión. Explican además que esa longitud de atascos podría llegar a 10 kilómetros, incluso aún mayor.

El empeño del PSOE y Ahora Madrid por reducir el nivel de ruido y contaminación en esa carretera con la bajada de la velocidad implicaría también disminuir la seguridad en la vía. «Se aumenta de manera importante la posibilidad de un incidente en el interior del túnel. Evidentemente, a mayor número de horas con congestión en el túnel, mayor será la probabilidad de que un vehículo se averíe o se produzca un alcance entre vehículos», exponen.

No está justificado

Ahora Madrid quiere impulsar esta bajada de la velocidad no sólo en el paseo de Extremadura, sino también en toda la M-30 con una reducción de la limitación de 90 km/h a 70 , tal y como se contempla cuando se activa el protocolo por episodios de alta polución. La resolución del documento arroja luz también sobre la ineficacia de estas medidas: « Entre 60 y 90 km/h hay poca sensibilidad en la variación de contaminantes . Más que a la velocidad media, las emisiones son sensibles a las aceleraciones». Y añade: « Hay que tener cuidado con las estrategias de señalización que priorizan el cumplimiento de los límites de velocidad, pues pueden ocasionar paradas a todo el tráfico, y por tanto penalización en las emisiones».

Se destaca en el texto además que no se puede afirmar «con rotundidad» que una reducción de velocidad de 70 km/h a 50 produzca menor consumo en los vehículos. «Más importante que la velocidad es realizar una conducción eficiente y con marchas altas», garantizan. Según la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU se fija el consumo mínimo en 90 km/h.

Partículas tóxicas

El informe de Calle 30 también habla sobre cómo afecta la reducción de velocidad a las partículas tóxicas. Sobre el dióxido de carbono (CO2) dice que el valor tiene poca sensibilidad para velocidades entre 60 y 100 km/h. «En coches modernos es menor a 100 km/h que a 80 km/h. Las concentraciones son muy altas a velocidades bajas», argumentan. Sobre el óxido nitrítico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2) se producen sólo con temperaturas altas del motor y disminuyen bajando la velocidad «hasta cierto límite». Los Hidrocarburos (HC) son más bajos cuanto más baja es la velocidad. El monóxido de carbono (CO) y las materias particuladas (PM) –tráfico–, las emisiones más bajas se consiguen a velocidades medias. «La gasolina produce emisiones pequeñas sin una relación clara con la velocidad», dicen; el diésel, en motores modernos, tiene poca variación con el cambio de velocidad».

Tras el estudio pormenorizado de Calle 30, se aconseja que si se ejecuta finalmente el proyecto aprobado debe ir acompañado de otras medidas alternativas que disminuyan la repercusión en la vía y la entrada de vehículos en la zona. Queda por confirmar si el Gobierno municipal ha descartado su implantación de forma definitiva o espera contar con otros informes favorables que le den la razón.

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