Instalaciones municipales situadas en el cementerio de La Almudena, tras los altercados
Instalaciones municipales situadas en el cementerio de La Almudena, tras los altercados - Rafa Albarrán
Enfrentamiento en La Dragona

La complicidad de Carmena con los okupas acaba en una batalla campal

Cuatro anarquistas detenidos tras lanzar objetos a la Policía y montar una barricada. Los neonazis del Hogar Social fueron desalojados por orden judicial

Madrid Actualizado: Guardar
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Más de medio centenar de antisistema del edificio okupa La Dragona, en el cementerio de la Almudena, protagonizaron ayer por la mañana un duro enfrentamiento contra la Policía. Los usurpadores lanzaron objetos a los agentes e intentaron montar barricadas incendiarias en pleno barrio de La Elipa (Ciudad Lineal), una de cuyas vías principales, la avenida de Daroca, trataron de cortar al tráfico. El encontronazo de los ultraizquierdistas con las fuerzas del orden, que acabó con cuatro detenidos, se produce después de que, como adelantó ABC el pasado 28 de octubre, el Ayuntamiento decidiera no expulsar a los usurpadores del inmueble municipal.

Por otra parte, horas antes, los «antidisturbios» desalojaban a los neonazis del Hogar Social Madrid de la antigua sede del NO-DO, en la calle de Velázquez (Salamanca).

En este caso, el lanzamiento acabó sin incidentes.

Los altercados en el edificio municipal La Dragona, que lleva ocho años usurpado, comenzaron sobre las 11 horas, cuando la Policía Municipal iba a acceder con operarios municipales para arreglar el cableado eléctrico e inspeccionar las instalaciones para determinar las condiciones internas de seguridad estructural del edificio y las medidas contra incendios, precisaron fuentes policiales y del Ayuntamiento de Madrid. Funespaña, la anterior gestora de los cementerios municipales, les cortó la luz el año pasado y funcionan mediante un enganche ilegal.

La visita fue acordada el pasado 3 de noviembre por miembros del colectivo y personal del área de Economía y Hacienda, dirigida por Carlos Sánchez Mato, de la que depende Patrimonio, actual propietario de los edificios del camposanto. Sin embargo, inopinadamente, ante la presencia de los municipales, estos moradores ilegales les impidieron el paso, tal vez por entender que iban a ser desalojados, ya que la fecha del lanzamiento que se suspendió era, precisamente, la de ayer. Después, entre 60 y 70 radicales salieron a la calle e intentaron cortar la avenida de Daroca, a la altura del 91, quemando neumáticos rociados con combustible. En vista del cariz violento que tomaban los acontecimientos, estos agentes pidieron refuerzos.

Hasta el lugar se desplazaron dos subgrupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP) del CNP, a los que tratado de agredir, lanzándoles diversos objetos cuando iban a identificar a los ahí congregados. Algunos se resistieron y cuatro de ellos fueron detenidos por desórdenes públicos y atentado a agente de la autoridad. Nadie resultó herido, explicó el comisario de Seguridad Ciudadana. Ninguno de los alborotadores quiso hablar ayer para ABC. Pertrechados dentro del edificio, visiblemente deteriorado y por cuya puerta se colaba el frío, se limitaron a subirse los pañuelos que llevaban a la altura de los ojos y a refunfuñar.

Como ya informó este diario, el Ayuntamiento retiró el 8 de noviembre la orden de desalojo que se había dado contra el centro okupa con el fin de continuar el «diálogo» entre ambas partes para que los antisistema se constituyan en asociación legal. Un extremo que no convence a estos anarquistas, pues no quieren convertirse en un Patio Maravillas o en una nueva Tabacalera. «Va en contra de nuestros principios: este espacio se construye y gestiona de manera horizontal y antiautoritaria, y para que siga siendo un espacio plural, crítico con el sistema y libre de coerciones externas». Es decir, que no piensan irse por las buenas.

A los que sí expulsaron fueron a los miembros de colectivo neonazi Hogar Social Madrid (HSM), que usurpaban el antiguo edificio del NO-DO, situado en la calle de Velázquez, desde el 5 de octubre de 2015. La orden, dictada por el juzgado de Instrucción número 22 de Madrid, los sorprendió durmiendo: eran las seis y cuarto de la mañana. Eso sí, los antidisturbios tuvieron que abrir la puerta con una cizalla e identificaron a las 18 personas que se encontraban en el interior. La UIP permaneció en el exterior mientras los albañiles tapiaron la entrada de las instalaciones para evitar que la historia se repita.

Delitos de odio

El HSM es un grupo de ultraderecha afín al Movimiento Social Revolucionario (MSR) que se dio a conocer hace dos años por ocupar un inmueble en la calle Juan de Olías, en el barrio de Tetuán, y por dar comida a españoles. Su ubicación no fue casual:estaban rodeados de okupas de signo contrario, por lo que se sucedieron los altercados. Desalojado en septiembre de 2014, en 2015 tomaron las dependencias del Ministerio de Trabajo, en la calle de Bretón de los Herreros, y la sede de Fórum Filatélico en la calle de José Abascal.

Ayer se supo que la Fiscalía ha pedido a varios miembros del HSM que declaren como investigados por un delito de odio. ¿El motivo? Lanzaron una bengala el 23 de marzo contra la Mezquita de la M-30 y colocaron una pancarta que decía: «Hoy Bruselas. Mañana Madrid».

La delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, recalcó ayer en relación a las okupaciones: «Siempre aplicamos la ley sin tener en cuenta la ideología». En el caso de La Dragona, dijo que «se trata de una decisión del propio Ayuntamiento, pero las okupaciones son ilegales. El patrimonio siempre es de alguien».

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