La autora del atropello de BiciMad: «Estaba cansada y cerré los ojos 3 segundos. Me despertó el golpe»

La conductora que arrolló la madrugada del 6 de marzo a un ciclista de BiciMad, que falleció poco después, declaró ante la Policía Municipal que todo ocurrió en un momento de somnolencia: «Estaba muy cansada, cerré los ojos durante 3 segundos y me despertó un golpe o un bache. Miré por el retrovisor y no vi nada. Seguí conduciendo, hasta mi casa».

Se trata de Wendy Z. Y., de origen chino, 24 años y vecina de la urbanización de lujo La Moraleja. Había estado con sus amigos en un restaurante cercano a la plaza de Castilla. Luego, entre aproximadamente las dos y las tres y media en una coctelería de moda del paseo de La Habana, donde se tomó una copa.

A esa hora, decidió marcharse a casa.

La conductora afirmó que suele utilizar el GPS para conducir por Madrid y lo activó. Tomó Alberto Alcocer y, efectivamente, hizo el cambio de sentido, para dirigirse al túnel de la calle de Costa Rica. Declaró que llevaba su Mercedes ML por el carril izquierdo y que fue entonces cuando comenzó a sentirse muy cansada y se durmió durante 3 segundos, hasta que el golpe la despertó. Pero, según su versión, no supo que había atropellado a nadie.

Pero la Policía Municipal no la cree. Considera que si estaba alerta para hacer un cambio de sentido prohibido, no es real que se quedara dormida; los investigadores sospechan que, simplemente, no estaba atenta a la conducción. A ello suman que ese tramo de Alberto Alcocer cuenta con la suficiente amplitud e iluminación como para tener a su vista todos los detalles de la calzada.

Wendy explicó a los agentes que esa misma noche llamó a su novio y le contó que había tenido un golpe con su Mercedes, pero nada grave. Hasta que el martes por la tarde, el chico le dijo que había visto en las noticias que había muerto un ciclista en Alberto Alcocer. «¿Es en esa calle donde tuviste el golpe», le preguntó. Pero la chica contestó que no se acordaba.

Aviso a los desguaces

Wendy habló con su madre y le trasladó su temor de que podría ser ella la conductora que andaban buscando. Y se pusieron en contacto con sus abogados. Siempre según su versión, pretendían presentarse en el juzgado, pero fue arrestada antes de que lo hiciera.

La investigación fue muy laboriosa. El único testigo del arrollamiento fue un joven que apenas pudo ver que se trataba de un todoterreno blanco, como apuntó. La primera pieza clave fue parte del parachoques delantero y faro lateral derecho del vehículo a la fuga. Correspondían a la marca Mercedes. Los agentes se pusieron en contacto con distintos desguaces, para que, en caso de que recibieran un automóvil similar, les avisaran. Por el análisis de la pintura se supo que el modelo era ML, fabricado en 2005.

Se echó mano entonces de las cámaras de seguridad de distintas entidades que podrían haber captado el vehículo sospechoso, justo a la hora del suceso (3.50 de la madrugada) y haciendo un giro prohibido en el mismo punto. La Unidad de Atestados de Tráfico solicitó un listado de Mercedes ML de la gama de color especificada por los peritos, y así es cómo llegó al que buscaban. Estaba puesto a nombre de la madre de la detenida, que quedó en libertad con cargos, imputada de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro.