poster Vídeo
VÍDEO: Dolor en Rivas-Vaciamadrid por la primera víctima del año de violencia de género.
Violencia de género

El asesino de la mujer de Rivas tenía otra orden de alejamiento sobre una pareja anterior

El presunto agresor, de 20 años, acumulaba desde los 18, una decena de detenciones por amenazas y lesiones. Sin embargo, el grueso de sus delitos los cometió cuando era menor

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nadie se explica qué llevó a una profesora universitaria de Química, de 40 años, a enamorarse de un joven colombiano de 20, descrito como el «típico chungo y malote de barrio». Ella, culta, amante del buen vestir y muy cuidadosa de su aspecto físico; él, con el típico look descuidado de pandillero. Eran pocas las veces que se quitaba el chandal y la visera de la cabeza. Chirriaban. Así lo explicaban sus allegados el domingo. Sea como fuere, Matilde Teresa de Castro Hernández y Nelson Enrique Parra Tabares, residentes en Rivas Vaciamadrid, mantuvieron una relación que apenas duró un año y se truncó debido a los malos tratos que él le infligía.

Ello llevó a Mati, como era conocida por sus más íntimos, a denunciarle.

La consecuencia inmediata de ello fue la orden de alejamiento que se le impuso a Nelson el 3 de noviembre pasado. Sin embargo, esa no fue la primera medida cautelar que la justicia dictó para proteger a una mujer de su violencia: la primera correspondió a su anterior pareja. Llovía sobre mojado.

Sin embargo, en este último caso, al parecer la pareja o expareja se seguía viendo, y según algunos, incluso conviviendo –un extremo que no está claro–, por lo que incumplían dicha orden. O, al menos, eso ocurrió la noche de Fin de Año, cuando la víctima abrió voluntariamente la puerta de su vivienda –situada en el número 2 de la calle de la Dalia–, al que resultó ser su verdugo sin ser consciente de que ya no podría tomarse las uvas. Así lo aseguró ayer el consejero de Asuntos Sociales y Familia, Carlos Izquierdo.

Quizá quedaron para cenar o para charlar como amigos. Lo cierto es que sobre las 22 horas del día 31 de diciembre, tras mantener Mati y Nelson una disputa, él cogió un cuchillo y le asestó cinco puñaladas. Falleció de madrugada en el Hospital Gregorio Marañón. Ella tenía dos cortes más derivados de los intentos de repeler la agresión.

El presunto homicida pasará hoy a disposición judicial, mientras que el cadáver de la mujer, la primera víctima mortal de la violencia machista de 2017, fue analizado por el forense.

Los agentes valoraron a la víctima como de «bajo riesgo» tras la denuncia que puso en noviembre

La orden de alejamiento que pesaba sobre Nelson era de «bajo riesgo», y ello a pesar de la denuncia de la fallecida y el amplio historial delictivo del supuesto homicida, que incluía otra medida similar ya caducada. Así lo indicó ayer el alcalde de Rivas, Pedro del Cura, reprochando la valoración realizada por los agentes. Por ello, adelantó que el Consistorio analizará las 79 órdenes existentes en el municipio para que no se repita un crimen así y ver qué ha fallado.

«Él no era trigo limpio». Así lo habían definido los amigos de Mati cuando no sabían el drama que ella vivía de puertas para adentro. Relataban que hacía poco que acuchilló a un portero y, además, que abrió la cabeza de un botellazo a otro chico. Entre los 18 y los 20 años ha sido detenido una decena de veces, según el alcalde ripense: unas cuatro por la Guardia Civil. La mayoría de ellas, por lesiones y amenazas, precisaron fuentes del Instituto Armado. Sin embargo, su historial delictivo, mucho más abultado, lo protagonizó siendo menor.

Una hermana melliza

Mati tenía un hermano mayor (Jorge) residente en Canarias y una melliza (Hortensia). De las islas regresó su familia, destrozada, tras conocer la tragedia. El párroco de Santa Mónica les brinda apoyo al igual que el pueblo donde todos residían. Ayer, cerca de 800 personas se concentraron en la plaza de la Constitución en repulsa por el crimen.

Ver los comentarios