Al fondo, la vivienda de la parroquia pontevedresa de Callobre, donde fueron encontrados los tres cadáveres
Al fondo, la vivienda de la parroquia pontevedresa de Callobre, donde fueron encontrados los tres cadáveres - MUÑIZ
Tragedia en A Estrada

«Solo ellos saben qué se les pudo pasar por la cabeza para matarse»

A falta de la autopsia que el juez recibe hoy, los investigadores concluyen que el matrimonio de Pontevedra se suicidó y que la suegra fue abatida por el hombre

A Estrada (Pontevera) Actualizado: Guardar
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Nadie se explica qué pudo desencadenar tres violentas muertes a media tarde del pasado domingo en la localidad pontevedresa de A Estrada. A la espera de que hoy el juez reciba el contenido de las autopsias realizadas ayer en Santiago, los indicios llevan a los investigadores a concluir que Marisé, de 56 años, se ahorcó en el cobertizo de su vivienda. Al descubrir lo ocurrido, Manuel, su marido de la misma edad, decidió quitarse también la vida con una escopeta. Pero antes habría disparado a su suegra, Amelia, de 92 y con problemas para moverse.

«Solo ellos saben qué se les pasaría por la cabeza para matarse», lamentan en la panadería a la que se acercaba a diario la mujer.

Lo mismo repiten en la carnicería al otro lado de la carretera o en el puñado de viviendas que forman la aldea de Callobre, donde sucedió la tragedia. Tampoco encuentran explicación en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde se leyó a mediodía una declaración institucional aprobada por los cuatro partidos políticos antes de decretar tres días de luto oficial. «Sucesos como este nos hacen tomar conciencia de la necesidad de establecer modelos de convivencia basados en el apoyo mutuo y servir de apoyo como institución en estos momentos difíciles», señaló el alcalde, José López Campos.

Se descarta que hubiera más implicados en el suceso y que se trate, además, de un caso de violencia machista. Sí existen indicios de violencia doméstica por la posible implicación de Manuel en el asesinato de la anciana. La pareja no tenía problemas graves de salud y su entorno habla de una situación económica holgada.

Casi todo el año en Suiza

Minuto de silencio a las puertas del Concello pontevedrés
Minuto de silencio a las puertas del Concello pontevedrés - M. M

Él trabajaba desde hacía décadas en Suiza como albañil y solo regresaba a su hogar en Galicia en el invierno y algunos días en verano. De hecho, en la localidad pensaban que en estas fechas ya estaría de vuelta en el país suizo. El resto del tiempo, Marisé vivía con su madre y su hijo, de 27 años, que en el momento de los fallecimientos estaba de viaje de fin de semana en Portugal. Extrañado al no lograr contactar con sus padres, había pedido a una prima que se acercara al domicilio. Acompañada de una amiga y de los vecinos más cercanos, halló los tres cadáveres en diferentes estancias de la casa. Nadie había oído los disparos, aunque en un local de la zona, la comisión de fiestas ultimaba los preparativos para un carnaval que ahora ha quedado en el aire. El cuerpo del varón y el de la nonagenaria recibieron, al menos, un impacto cada uno. Una de las incógnitas claves que resolverán las autopsias, efectuadas en el hospital de Conxo, es precisamente el orden en el que se produjeron los fallecimientos, lo que ayudará a confirmar la principal hipótesis que ha trascendido en las primeras horas.

Tras guardar un minuto de silencio en la Casa Consistorial, el regidor apuntaba con «un dolor inmenso» que era una familia «conocida, querida y con una convivencia muy armónica e implicada en el día a día de la parroquia», especialmente en el caso de Marisé, que trabajaba como empleada de hogar en varias casas y era miembro de una asociación de mujeres rurales en Callobre. «Siempre iba con un sí por delante», comentan en uno de los comercios.

Preocupación por el hijo

A la espera de noticias desde el Juzgado Nº1 de A Estrada, que asumió la investigación del caso al encontrarse de guardia la tarde del domingo, y de un funeral que se prevé multitudinario, los vecinos afirman que preferirían «no saber qué pasó exactamente» y solo muestran su preocupación por el hijo, que fue atendido por los psicólogos del 112 y pasó la noche con sus familiares más directos. «Esto ha caído aquí como una bomba», expresan en A Estrada.

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