LA HUELGA EN LOS JUZGADOS AGONIZA
Rueda advierte que retornar todo el dinero a los huelguistas de Justicia es ilegal
Avanza a los sindicatos que el Gobierno no podrá mantener a los funcionarios como los cuarto mejor pagados de España
Lamenta que algunas organizaciones formularan promesas imposibles a los trabajadores: «Los estuvieron engañando»
Alfonso Rueda destacó este jueves la responsabilidad de los sindicatos para desactivar el conflicto en la Justicia. Despejadas las prevenciones que suscitaba la subida salarial, y con un comité de huelga agrietado por las tensiones internas, el nuevo frente sindical espera que la Xunta, por un lado, abone a los huelguistas todo el dinero perdido durante los 87 días de protesta , y por otro, que garantice a los funcionarios figurar siempre como los cuarto mejor pagados de España . Pero el Gobierno, por boca de su vicepresidente, se niega taxativamente. Ni «se puede negociar» ni «es posible establecerlo legalmente», aclaró Rueda en otra jornada más de transición hacia la normalidad en los juzgados: apenas un 14% de los trabajadores secundó los paros. Un nuevo mínimo histórico.
De momento, la postura del Ejecutivo autonómico permanece invariable y las negociaciones parecen acercarse a un cierto límite. Rueda explicó que Galicia no puede estirar más su compromiso de hacer que los funcionarios cobren por encima de la media estatal . Desde luego, no para llevarlos al cuarto lugar, como piden los sindicatos, pues la Comunidad no es ni de lejos «la cuarta potencia económica» del Estado. «Resultaría difícil de entender», razonó.
Tampoco sería comprensible, agregó el titular de Xustiza, que los funcionarios recuperen el 100% de los emolumentos perdidos durante la huelga, o que los planes de recuperación del trabajo se ciñan única y exclusivamente a quienes secundaron la protesta. «Ni es posible establecerlo legalmente», rechazó, «ni que creo que lo vaya aceptar la ciudadanía, ni la Xunta lo va a admitir».
Por ello, Rueda emplazó a los sindicatos a poner todas las cartas encima de la mesa y a reconocer ante los funcionarios que se hicieron «promesas» sobre «cosas que no se pueden conseguir» . De ser así, «los estuvieron engañando», sentenció.
Por lo demás, el vicepresidente celebró la conformidad de la nueva alianza sindical, forjada por USO, CIG, CUT y STAJ, con la propuesta de subida salarial incluida en el último preacuerdo. «A la Xunta le alegra constatar que los mismos sindicatos que decían que la propuesta era absolutamente inaceptable, ahora dicen que les resulta aceptable» . Aquel principio de acuerdo fue el fruto de una veintena de reuniones entre el Ejecutivo y el comité. Solo la oposición frontal de las organizaciones más radicales y las «coacciones» vividas en las votaciones del pasado sábado evitaron su aprobación, y con ella, el carpetazo final a la huelga.
Un comité roto
En lado sindical, la unidad está lejos de ser una realidad. El propio Rueda lo puso de relieve al hablar de un comité que «ya no existe» tal y como se conocía antes , y por cuya cúspide han pasado ya hasta tres presidentes distintos. Este miércoles, los cuatro sindicatos que parecen haberse erigido en portavoces de una «nueva mayoría» volvieron a ofrecer una tregua si la Xunta los convoca a dialogar.
USO, CIG, CUT y STAJ dieron a conocer que trabajan en una nueva propuesta para entregar a la administración; una que sea «asumible» para el resto de fuerzas sindicales, «para poder defenderlas en la mesa» . Según Enrique Araújo (STAJ), están «deseando» que los demás sindicatos se incorporen a una restituida unidad.
Sin embargo, con la salida el pasado miércoles de Comisiones Obreras, en UGT y CSIF se desentienden de estos nuevos movimientos . Antes de retomar ningún contacto, primero demandan que una disculpa pública por las presiones vividas durante las votaciones. Insultos, refriegas y hasta intervenciones policiales que siguen presentes tanto en la memoria de algunos líderes sindicales como en la condena de la Xunta. Rueda volvió a cargar contra unos altercados «donde se coaccionó una votación en libertad, palabras que debieran ir siempre juntas».
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