ACUERDO GALICIA-CASTILLA Y LEÓN-MADRID
Feijóo, Herrera y Cifuentes se unen en defensa del estado de las autonomías
Exigen consensos «bajo la garantía de la Constitución» ante cualquier intento de cambiar el modelo autonómico
Firman un acuerdo para avanzar juntos en materias como la llegada del AVE, sanidad, financiación o turismo
Galicia, Castilla y León y Madrid suman un 25 por ciento de la población de toda España. Para potenciar el desarrollo económico y social de este eje, sus presidentes, Alberto Núñez Feijóo, Juan Vicente Herrera y Cristina Cifuentes firmaron ayer una alianza estratégica que tiene como objetivo avanzar en asuntos como la llegada del AVE a Galicia, la sanidad, el turismo o la financiación autonómica. Y empujados por la oportunidad del momento político actual, los tres líderes populares hicieron una defensa cerrada del estado de las autonomías.
«Venimos a poner en valor lo que nos une », indicó Núñez Feijóo, mientras Cifuentes recordaba cómo en Cataluña «un gobierno autónomo ha tomado como rehenes a sus propios ciudadanos», pero no van a conseguir arrastrarnos a los demás en esa dinámica de división y enfrentamientos» porque «el camino que queremos es el del entendimiento y la concordia» . Juan Vicente Herrera abundó en esta defensa del estado de las autonomías que ha sido una fórmula afortunada, pese a sus posibles carencias y necesarias mejoras» que deben alcanzarse siempre «desde el consenso» constitucional.
Colaboración
La alianza firmada ayer entre los tres presidentes, y que es «inclusiva, y no excluyente», como recordó el presidente gallego, se centra en lo que Herrera llama «el autonomismo útil»: el que ha permitido que «más de 18.000 pacientes de nuestras tres comunidades hayan sido atendidos a los hospitales más cercanos aunque no estuvieran en su comunidad» , se hubieran producido entre sus fronteras «22.000 llamadas de emergencia», hayan abordado de forma conjunta «más de 100 extinciones de incendios», o se hayan gestionado «más de 10.000 expedientes de personas dependientes».
La alianza tiene tres ejes estratégicos: el desarrollo económico y social, los servicios públicos esenciales y la coordinación en asuntos de política autonómica. Dentro del primero se incluyen asuntos como unir fuerzas para reclamar al Gobierno central «que mantenga entre sus prioridades culminar el AVE» –como recordó Núñez Feijóo, «Galicia fue la última en tener autovías, y ahora es de las últimas en tener el AVE»–; la celebración anual de un Foro Económico y Social de las tres autonomías con el sector empresarial; la adopción de medidas en torno al problema demográfico –especialmente grave en Galicia y Castilla y León–; la puesta en valor del tramo del Camino de Santiago que nace en Madrid y confluye con el francés en Sahagún; y la colaboración en la gestión de parques nacionales fronterizos entre ambas comunidades.
Conferencia de Presidentes
Respecto a los servicios públicos esenciales, los tres presidentes se comprometen a revisar, actualizar, modernizar y completar en un plazo de dos meses los protocolos de colaboración que ya realizan. Pero la parte del león es la unidad de acción política en asuntos clave. Como la actual situación en Cataluña. «Cualquier intento de modificar el modelo constitucional deberá hacerse con los modelos básicos de consenso» , señalaba Herrera. «Cuando se ponen en tela de juicio los principios básicos, se multiplica la importancia de que queden fijados estos principios», afirmó a su vez Núñez Feijóo.
En la alianza piden que la Conferencia de Presidentes quede garantizada como reunión anual, y también quieren las tres comunidades que por fin se acometa la reforma de la financiación autonómica porque «los recursos son manifiestamente mejorables en Servicios Sociales, Sanidad o Educación» .
En todo caso, insisten los tres jefes de ejecutivos autonómicos en que la alianza entre ellos «no nace contra nadie, sino a favor de las personas y las autonomías». Por eso, Núñez Feijóo hacía hincapié en mantener y continuar las Conferencias de Presidentes –en la última de las cuales sólo faltó Puigdemont–, como instrumento para abordar cómo emplear el dinero de los españoles, que es de todos». Porque, concluyó, «autonomía no significa una declaración de independencia, sino una declaración de convivencia» .
