José Manuel López, alias «Coté», en una imagen de archivo
José Manuel López, alias «Coté», en una imagen de archivo - ABC

El falso médico «Coté» se enfrenta a una petición de 300 años de cárcel

Se le acusa de tratar y operar a cientos de pacientes en Ferrol sin tener titulación alguna

Santiago Actualizado: Guardar
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Nueve años después de que las presuntas víctimas del falso médico de Ferrol José Manuel López alias «Coté» denunciasen ante la justicia las prácticas clínicas a las que fueron sometidas, el mediático caso llegará a los tribunales. Hace más de dos años que los denunciantes esperaban que el fiscal emitiese un escrito de acusación, antesala de la apertura de juicio oral, que ha resultado ser demoledor. En el texto, el fiscal Román Ruiz Alarcón desgrana una a una las vivencias de 129 personas que pasaron por la consulta que «Coté» regentaba en la ciudad departamental. Todas siguen un mismo patrón y relatan visitas frecuentes —incluso de tres veces por semana— durante las que el falso doctor los sometía a tratamientos «no descritos en la ciencia médica como válidos para las patologías supuestamente detectadas por el acusado».

Entre el centenar largo de casos que la Fiscalía recoge hay incluso menores de edad cuyos padres llegaron, supuestamente, a abonar a Coté más de 9.000 euros por sus tratamientos. Según el Ministerio Público, el acusado —actualmente en libertad— diagnosticó tumores malignos inexistentes por los que practicó incisiones quirúrgicas, llegó a cobrar a algunos pacientes hasta 35.000 euros y llevó a cabo operaciones «pese a no contar con más estudios que el Bachillerato».

El fiscal del caso apunta que «al menos desde el año 1998», «Coté» se dotó de un falso currículo académico y profesional «mediante la alteración o imitación de numerosos títulos y certificaciones de diversos centros docentes tanto españoles como extranjeros, documentos que después exhibía públicamente». En total, la Fiscalía pide penas que suman 334 años de prisiónpor un homicidio por imprudencia grave, un delito de lesiones con deformidad, 63 de lesiones con uso de instrumento peligroso, blanqueo de capitales, intrusismo profesional, estafa agravada y falsedad de documentos oficiales, entre otros. En lo tocante a la presunta estafa, el fiscal apunta que las cuantías que los pacientes del acusado debían desembolsar, oscilaban «entre los 20 y los 100 euros por consulta y los 500 y los 15.000 euros por intervenciones». «Todas esas cantidades eran pagadas en metálico y en casi ninguna ocasión se extendía factura ni recibí de ninguna clase», añade. A lo largo de esos años de actividad «delictiva» el acusado llegó a obtener unas ganancias «ilícitas» en metálico de al menos 4.475.524,08 euros y 4.945,78 dólares. La acusación se extiende la esposa del falso médico, de la que el Ministerio Público afirma que «hacía suyos la mitad de los ingresos procedentes de la actividad delictiva de su marido y gozaba de la plena disponibilidad de los mismos».

Ella, según constata la Fiscalía, «trabajaba en las supuestas clínicas realizando labores administrativas auxiliares de modo que era perfecta conocedora de la fuente de esos ingresos». «Sabía que el acusado carecía de cualquier cualificación para el ejercicio de la medicina y que por ese motivo ya había sido condenado por intrusismo profesional», incide. Para la presidenta de la Asociación de Víctimas de Intrusismo Médico, Esther Fontán, el escrito es «satisfactorio» aunque habrá que «puntualizar las calificaciones de algunos casos». «Si la justicia quiere compensarnos que pongan fecha de juicio ya porque todos sabemos que esto no va a ser un proceso rápido», sostienen los expacientes del falso doctor.

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