José Manuel López Pérez, alias Coté, en una imagen de archivo
José Manuel López Pérez, alias Coté, en una imagen de archivo - MIGUEL MUÑIZ

El falso médico, ahora «inventor»

La Asociación de Afectados de Intrusismo Médico denuncia que el falso doctor Coté está detrás de la presunta fabricación de un conservante alimenticio «sin estar cualificado para ello»

Santiago Actualizado: Guardar
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Siete años después de que el falso médico José Manuel López Pérez, alias Coté, ingresase en prisión por primera vez acusado de ejercer la profesión médica sin estar cualificado para ello, el foco de atención vuelve a posarse sobre este ferrolano y sus presuntas actividades ilícitas. A espera de juicio acusado de los delitos de estafa, intrusismo, falsedad documental y blanqueo de capitales derivados de sus prácticas en las clínicas que regentó en Ferrol y Vinaroz, el nombre de Coté saltó esta semana a la palestra por una nueva acusación. Detrás de la denuncia están algunos miembros de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario que da paraguas a más de un centenar de sus expacientes y que han seguidos los pasos de López Pérez durante cinco años para poner sobre la mesa de la Fiscalía de La Coruña lo que consideran unos indicios «más que preocupantes».

Según explica la presidenta de la AIMS, Esther Fontán, en una charla con este medio, Coté estaría supuestamente ligado a un conservante alimenticio que se comercializa en la actualidad a nivel nacional e incluso extranjero. Fontán señala que el falso médico aparece como «inventor» de este conservante de origen natural. «Él es el presunto creador, según figura en las páginas web del producto, una persona que no tiene conocimientos en este campo ni cualificación», revela la portavoz de los afectados. Además, los letrados que representan a esta asociación no descartan la posibilidad de que exista un quebrantamiento de las medidas cautelares que pesan sobre el imputado y que le impiden dedicarse a actividades relacionadas con la esfera sanitaria o para-sanitaria.

«Sin ánimo de alarmar a la población, en una de las analíticas aparecieron restos ínfimos de metales pesados»

Pero las acusaciones contra el ferrolano van más allá. Atendiendo a las palabras de los autores de la denuncia —por la que la Fiscalía ya ha abierto diligencias— en una de las analíticas a las que sometieron esta sustancia se detectó «una cantidad ínfima de metales pesados, entre los que habría mercurio y plomo». Sin ánimo de alarmar a la población, Fontán espera que las empresas que han adquirido el conocido como «Presserfood» —cuya patente corresponde a Coté— adopten las medidas legales oportunas «cuando se desvele su procedencia». Por lo pronto, son unas 200 las firmas que emplean este conservante que, asegura Fontán, «no cuenta con pruebas de no toxicidad».

Siete años de espera

«Hablamos de un producto que ha patentado una persona que no cuenta con cualificación para ello»

Este presunto doctor fue detenido en febrero de 2008 durante la llamada «operación Zen». En su transcurso, los investigadores dejaron al descubierto una trama con la que Coté estafó, presumiblemente, a cientos de enfermos. El relato de sus víctimas — que llevan siete años esperando que el juicio se celebre— desvela cómo el falso doctor les inyectaba, supuestamente, sustancias desconocidas que no estaba legalizadas en España.

Años después de someterse a estos tratamientos, los expacientes se encuentran con que los médicos «ven los resultados de nuestras pruebas y dicen que son muy raros y que no saben qué tenemos». También han detectado que en muchas de las mujeres que Coté trató, estos fármacos han dado lugar a la aparición de menopausias adelantadas. Hastiados por la tardanza judicial, los afectados acusan a Coté de «poner palos en las ruedas» con «infinitos recursos que tienen que ser notificados a cada una de las 140 partes personadas» para dilatar así el proceso abierto contra él.

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