Capilla ardiente del escritor Xosé Neira Vilas instalada en el Panteón dos Galegos Ilustres
Capilla ardiente del escritor Xosé Neira Vilas instalada en el Panteón dos Galegos Ilustres - EFE
En la muerte de Neira Vilas

Fallece el padre de la novela gallega social y popular contemporánea

Vivió la diáspora y afirmó descubrir su identidad gallega en Argentina y Cuba

Santiago Actualizado: Guardar
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La muerte de Xosé Neira Vilas (1928-2015) supone la desaparición de uno de los iconos del paisaje literario gallego. No en vano es el autor de «Memoria dun neno labrego», la novela más leída en lengua gallega, y su personalidad agrupa todos los méritos necesarios para formar parte de la generación de escritores que dignificaron con su vida y su obra la lengua propia de Galicia. Al igual que tantos otros intelectuales precursores, Neira Vilas descubrió en la «diáspora» de América la identidad gallega. Emigró a Argentina en el año 1949 y fue en este país donde empezó a relacionarse con ilustres galleguistas como Luis Seoane, Rafael Dieste o Suárez Picallo. El itinerario por la América hispana le llevaría a Cuba en 1961 y en este país permanecería 30 años hasta regresar en 1992 definitivamente a su parroquia de Gres, en el ayuntamiento de Vila de Cruces (Pontevedra).

La obra de Neira Vilas es el resultado de una reivindicación constante de la tradición popular y de una militancia consciente y buscada en el galleguismo cultural y político. Fue periodista, sindicalista y activista. Además, siempre hizo bandera del valor de la educación y la cultura como motores del desarrollo de los pueblos. A la par, simultaneó su faceta más reivindicativa con un personalidad «entrañable» y con la habilidad de hacerse entender por la mayoría.

Toda su obra literaria y periodística es asumida como un valor y todos los sectores sociales, políticos y culturales lamentaron ayer su muerte. Galicia homenajeó su talento y su trabajo a través de reconocimientos de instituciones públicas y de la sociedad civil. Precisamente, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, le entregó la Medalla de Oro de Galicia este mismo año. Contaba también con la Medalla Castelao y con premios literarios tan renombrados como el Trasalba, el Pedrón de Ouro, el Premio Laxeiro, el de la Crítica Española y de la Crítica Gallega.

«Hombre de bien»

Su compromiso con Galicia, descubierto de manera más intensa en la diáspora, según él mismo confesó en reiteradas ocasiones, se extendió hasta el final de sus días a través de su creación literaria y periodística. Sus últimos trabajos,«Lar, Nai, Pan» y «Días de Cuba», son sus aportaciones más recientes al parnaso de la letras gallegas. Su labor creadora incesante estaba rodeada del halo romántico de los escritores de siempre:máquina de escribir, muchos libros colocados en varias estanterías y una conversación envolvente que deleitaba a sus numerosos fieles y seguidores. Precisamente, esta idea de «hombre de pueblo» y de «niño de aldea» tiene vocación de perpetuarse como parte de su legado. En la hora de su muerte, los gallegos se sobresaltaron para acordarse de Balbino, el niño que enterneció a muchas generaciones.

Xosé Neira Vilas, en 2014
Xosé Neira Vilas, en 2014 - EFE

Su último adiós será discreto, en su parroquia, pero antes se instalará la capilla ardiente en el Panteón de Gallegos Ilustres, en el Monasterio de Santo Domingo en Santiago. Desde que se produjo la noticia del fallecimiento no han dejado de producirse muestras de pesar. El alcalde de Vila de Cruces decretó tres días de luto oficial; el conselleiro de Cultura de la Xunta, Román Rodríguez, y el secretario general de Política Lingüística, Valentín García, testimoniaron personalmente su pesar y las principales instituciones de Galicia han mostrado su dolor por una «pérdida irreparable». Neira Vilas ha vuelto a unir a los gallegos. Esta vez, Galicia despide a «un hombre de bien» a «un bo e xeneroso».

Capilla ardiente

La capilla ardiente con los restos mortales de Xosé Neira Vilas se encuentra instalada en el Monasterio de Santo Domingo de Bonaval, en Santiago de Compostela. Las autoridades autonómicas y locales recibieron el féretro ayer por la tarde para testimoniar el homenaje sentido del pueblo gallego. Desde que trascendió la noticia de su fallecimiento se han sucedido las muestras de pesar. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, calificó al creador de «Balbino» como «inmortal» y un «jornalero de las letras». También el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, lo reconoció como «bo e xeneroso» . Por su parte, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, calificó al escritor como «un referente». Los testimonios de pesar se han producido desde las tres universidades gallegas, las diputaciones y todos los partidos políticos.

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