El alcalde de Vigo y presidente de la Femp, Abel Caballero
El alcalde de Vigo y presidente de la Femp, Abel Caballero - EFE

Elecciones en GaliciaEl alcalde de Vigo declara la guerra al candidato socialista a la Xunta

Abel Caballero responsabiliza a Fernández Leiceaga de los cambios en la lista electoral de Pontevedra

El regidor reveló que está en contacto con dirigentes federales del partido para recomponer la situación

Santiago Actualizado: Guardar
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A dos semanas escasas de que comience la campaña electoral, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, declaró ayer públicamente la guerra al candidato socialista a la Xunta, Xaquín Fernández Leiceaga, a quien responsabilizó directamente de los cambios que Ferraz hizo el pasado jueves a la papeleta del PSOE por Pontevedra, incluyendo a afines al presidenciable en detrimento de los más próximos al también presidente de la FEMP. La comisión federal de listas introdujo a la actual portavoz parlamentaria, Patricia Vilán, como número dos, y a Gonzalo Caballero (sobrino del regidor, pero uno de sus mayores críticos en la agrupación local) en el quinto puesto.

«Leiceaga quiere que Vigo acepte sumisamente un lugar secundario en la política del PSdeG»
Abel Caballero

Sin embargo, Abel Caballero se cuidó ayer mucho de convertir sus críticas a Leiceaga en un debate de nombres. En un tono áspero, reprochó al candidato de su partido que haya concedido un mayor peso a Pontevedra (donde el PSOE apenas tiene 3 concejales de los 25 que conforman la corporación local), con dos candidatos en los primeros cuatro puestos de salida, frente a Vigo, que sólo contaría con el cabeza de lista, Abel Losada, una persona de la más estricta confianza del alcalde. «No lo voy a tolerar con mi silencio», afirmó ayer Caballero, «Leiceaga quiere que Vigo acepte sumisamente un lugar secundario en la política del Partido Socialista de Galicia».

La crítica, que aparentemente se circunscribe al ámbito local, refleja la división existente entre el aspirante a la Xunta y el cargo institucional de más peso en Galicia, que además controla la provincia de Pontevedra y su diputación provincial. Como el propio Caballero se encargó de recordar ayer, él no apoyó a Leiceaga en las primarias sino que se decantó por el representante de la «vieja guardia» socialista, el coruñés José Luis Méndez Romeu, derrotado en las urnas aunque exhibiendo un 45% de apoyos entre la militancia gallega.

En la victoria de Leiceaga tuvo un papel determinante su socio Gonzalo Caballero, enfrentado abiertamente desde hace años a la dirección socialista de Vigo. Su inclusión en la lista fue una exigencia de Leiceaga que la dirección pontevedresa ignoró de manera premeditada, estableciendo un pulso político que Ferraz ha desequilibrado a favor del presidenciable. El alcalde vigués aseguró ayer que está en contacto con «dirigentes federales» del partido —en referencia a César Luena, secretario de organización— para recomponer la situación, que no tendrá arreglo si no se excluye de la lista a Gonzalo Caballero (su presencia es considerada un insulto) y se le da más peso a Vigo en los puestos de salida, algo harto improbable.

«Ha impuesto a dedo sus candidatos en contra de la decisión democrática de los afiliados de Pontevedra»
Santos Héctor

El regidor eludió citar a su sobrino y dio por buenos los sondeos según los cuales el PSOE obtendrá cuatro diputados por su provincia, uno menos que en la actualidad. Diversas fuentes dan por hecho que, de mantenerse la actual candidatura, la desmovilización de la principal agrupación socialista de Galicia sería total. Un caso muy similar se daría en Orense, una provincia clave para el objetivo del PP de mantener su mayoría absoluta. En esta circunscripción Ferraz relegó al número 5 a la secretaria de organización provincial y segunda persona más votada en las agrupaciones locales, para ascender al tercer puesto a Carmen Rodríguez Dacosta, del gusto de la gestora gallega.

Críticas a Leiceaga

El secretario provincial del PSOE de Pontevedra y concejal en Vigo, Santos Héctor, elevó un poco más el tono al reprochar a Leiceaga «que vaya de adalid de la democracia» y « haya impuesto a dedo a sus candidatos en contra de la decisión democrática de los afiliados de Pontevedra». Héctor lamentó igualmente que ni la gestora ni Ferraz le comunicaran con antelación que se iba a modificar la lista, una circunstancia del todo inusual ya que en los últimos doce años siempre se había respetado el criterio de los órganos provinciales. Igualmente molesto, aunque en sentido contrario, está el PSOE ferrolano, tras desestimar Ferraz su petición de incorporar en un puesto de salida a la candidata más votada por la agrupación de la ciudad, la tercera en importancia de La Coruña. En su lugar irá un concejal de la comarca.

«Las candidaturas no solo son magníficas sino que son del conjunto del partido»
Fernández Leiceaga

Y mientras el partido en Pontevedra se alza en armas contra el candidato, Leiceaga ayer hizo como si no pasara nada. A su juicio, las candidaturas «no solo son magníficas, sino que son unas listas del conjunto del partido», eludiendo toda referencia al malestar público de Abel Caballero. El aspirante socialista aun fue capaz de acusar a Feijóo de elaborar las listas del PP «a dedo» y criticarlo por colocar en ellas a sus conselleiros para «proteger a su staff ante la perspectiva de perder las elecciones». El entorno del candidato estima que las disputas internas no tendrán efectos reales en las urnas. El sector crítico no esconde que la división abierta en el partido producirá no sólo una desmovilización del sector más moderado —Leiceaga no oculta su disponibilidad para cualquier pacto con las Mareas— sino incluso hará perder al PSOE la primacía en la izquierda.

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