Los campeones ocultos de la economía

Marine Instruments, que diseña boyas satelitales para la pesca del atún, es la empresa con más indicadores Ardán

Trabajadores en las instalaciones de Marine Instruments, especializada en boyas satelitales, en Nigrán ABC

NATALIA SEQUEIRO

Cuando se habla de las empresas punteras gallegas resulta casi inevitable no pensar en marcas como Inditex o PSA-Citroën. Pero en la economía de la Comunidad juegan también un papel importante otras firmas que pasan desapercibidas para los consumidores . Normalmente venden sus productos a otras empresas, tienden a ser vanguardia en innovación y se dirigen a nichos de mercado muy específicos en los que alcanzan gran reputación. El economista alemán Hermann Simon las bautizó como los «campeones ocultos» y muchos expertos creen que en ellas radica buena parte del poderío germano. En Galicia los autores del informe Ardán , que realiza el Consorcio Zona Franca de Vigo, se encargan de localizarlos.

La conocida como biblia empresarial gallega comenzó hace años a otorgar una serie de indicadores de buenas prácticas a las compañías que recogía en sus informes. Analizando sus cuentas, detecta a las que combinan crecimiento, rentabilidad, productividad y liquidez (bien gestionadas) o a las que destacan por el crecimiento de sus ingresos de exportación (gacelas) por el gran valor generado por empleado (alta productividad) o por ser innovadoras, entre otros parámetros. En total otorga ocho indicadores para distinguir a las compañías. « Son criterios muy exigentes , sólo el 4% de las empresas analizadas logran un indicador y tan sólo el 0,6% dos o más», explica Susana Lama, responsable del informe Ardán que este año cumple su primer cuarto de siglo de vida .

En el ranking de los campeones ocultos de la economía gallega destaca Marine Instruments. La compañía de Nigrán ha sumado entre 2006 y 2015 hasta 33 indicadores Ardán . Marine Instruments despegó gracias a un producto muy específico, las boyas satelitales para la pesca del atún. Entre sus clientes están armadores más conocidos como Calvo, Rianxeira o Jealsa, pero ellos ocupan un discreto segundo plano.

A lo largo de la historia los pescadores habían detectado que el atún suele colocarse a la sombra de objetos que quedan a la deriva en los mares. Para intentar capturarlos, desde los barcos se lanzan una especie de parrillas con la esperanza de que en un mes se agreguen debajo. Pero con las corrientes y mareas no siempre era fácil volver a localizar las parrillas. « La boya satelital básicamente se pone en la parrilla y le da al barco su posición exacta», explica Gabriel Gómez, director general de Marine Instruments. La empresa que nació en 2003 vende ya sus productos a armadores de 25 países. En los últimos nueve años ha pasado de facturar seis millones de euros a 42 y de tener 29 empleados a contar con una plantilla de 130 profesionales.

«Siempre es difícil saber exactamente cuál ha sido la razón del éxito», reflexiona Gómez. Pero el director general de la firma de Nigrán explica que hay una serie de factores que han hecho a Marine diferente. «Desde el principio teníamos muy claras las necesidades del cliente , al que había que darle un producto robusto y fiable. Si llevan la boya a miles de kilómetros y no funciona es un desastre», asegura. Por este motivo, la compañía apostó desde el primer momento por la fabricación propia. «Muchos se van a China o al norte de África, pero así es más difícil controlar la producción», indica Gómez. Otra de las apuestas clave fue la de la I+D+i. De la plantilla total de 130 trabajadores, 50 son ingenieros . Son la cabeza pensante de la compañía que la ayuda a crecer y también a diversificarse. Además de las boyas para la pesca de atún, Marine Instruments trabaja en boyas para la pesca del palangre. «Estamos desarrollando también equipos de monitoreo electrónica ante los cambios legislativos en la pesca », indica el director general de la compañía. Tratarán de localizar por ejemplo el punto exacto de un barco para temas como la pesca ilegal o ante la prohibición de los descartes que exigirá la Unión Europea.

La búsqueda de nuevos productos que aún no existan en el mercado centra también la filosofía de la orensana Egatel. Lleva tres años consecutivos encabezando la clasificación Ardán como la mejor empresa innovadora de Galicia y desde 2006 ha obtenido hasta 17 indicadores otorgados por la Zona Franca. Fundada en 1992 por un ingeniero de telecomunicaciones con experiencia en Televés, Esteban Solleiro, Egatel despegó al compás de la implantación de la Televisión Digital Terrestre (TDT) en España. Sus aparatos no están en los hogares, sino que son los responsables de facilitar la cobertura y que la señal llegue. Coincidiendo con el apagón analógico en España lograron su facturación récord en el año 2010, cuando ingresaron 22 millones por la venta de sus productos . Como el mercado español quedaba cubierto decidieron apostar por la internacionalización. «Hoy facturamos un 90% en el entorno internacional», explica Francisco Javier Valdés, director de innovación de Egatel.

Pero además de salir al exterior, en su factoría de San Cibrao das Viñas intentaron seguir diversificando su producción. «En España ahora vuelve a haber una renovación tecnológica con un nuevo estándar de televisión digital con más canales y más calidad y volvemos a despuntar ahí», relata Valdés. También han puesto sus miras en el sector espacial diseñando un modem para el internet de las cosas y comunicación máquina a máquina . «Tenemos clientes en Estados Unidos en el sector de la energía, que los utilizan por ejemplo para transmitir información desde los sensores que tienen colocados en gaseoductos», indica el responsable de innovación.

Para Valdés la clave del éxito de Egatel radica en que «el I+D está en el ADN de la empresa» —que tiene 23 ingenieros en una plantilla de 65 trabajadores— y en apostar por competir en calidad y valor añadido y no en precio. El directivo de Egatel también ve fundamental que la dirección de la empresa tenga muy claro cual es el camino a seguir. « Hay compañías que buscan el beneficio más en el corto plazo que en el largo , y eso es un problema para innovar tanto en Galicia como en el resto de España», subraya.

Tras Marine Instruments, en el top de los campeones ocultos, se encuentra la coruñesa Kusilas, Conserveros Reunidos (Conresa) de Ribeira, Ceamsa, dedicada a la fabricación de componentes para la alimentación con algas o Egasa Ferrol.

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