Política
Ximo Puig-Mariano Rajoy: una cita eclipsada por el desafío catalán
La reunión en la Moncloa entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat se solapa con el golpe secesionista
Con pocas expectativas se trasladaba Ximo Puig a Madrid este jueves para tratar, por fin, su gran reivindicación hacia el Gobierno central: un cambio en el sistema de financiación autonómico . La cita con Mariano Rajoy en Moncloa ha tenido lugar dos años después de la primera entre ambos dirigentes. La llamada del presidente del Gobierno se producía el pasado viernes y trascendía un día más tarde . Proponía a Puig un día y se escogió el de hoy, sin reparar del todo en el escenario que iba a darse en Cataluña.
La aprobación de la ley del referéndum y su convocatoria para el 1 de octubre han eclipsado cualquier negociación o compromiso con la Comunidad Valenciana. La agenda y la atención mediática se han centrado de hecho, en esta cuestión, un contexto que no ha ayudado precisamente a visibilizar el llamado «problema valenciano» como pretendía la Generalitat.
El encuentro con Puig se fijó en un principio a las 12.00 horas , pero la jornada vivida ayer en el Parlamento catalán obligaba a Rajoy a adelantarla a las 10.00 para reunirse con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez , a la hora en la que lo iba a hacer con el jefe del Consell. El turno le llegaría, pocas horas más tarde, al líder de Ciudadanos, Albert Rivera . A todo ello se unía la convocatoria de un consejo de ministros extraordinario.
Pese a todo, sí que ha sorprendido la duración de la cita, que ha sido de alrededor de dos horas. Aunque no ha habido compromisos concretos especialmente relevantes, Puig ha querido remarcar durante su posterior comparecencia la « voluntad clara» de Rajoy para reformar el sistema de financiación antes de que finalice el año. También a debatir, dentro del marco general, sobre la deuda histórica.
El presidente de la Generalitat, ha salido, además, con otras dos reuniones próximas: una con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro , y otra con el de Fomento, Íñigo de la Serna . Unos avances a los que el Consell quiere dar importancia.
Intenciones sobre un problema territorial que, en palabras de Puig, no quiere la ruptura , mientras el foco en toda España (y, por supuesto, en la Moncloa) estaba situado en otro que ya la ha iniciado.
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