Un tribunal condena a doce años de cárcel a un joven por matar a un hombre para robarle

El robo se le fue de las manos. Un tribunal ha impuesto doce años y medio de prisión a un hombre que mató a otro para robarle en su domicilio de la localidad alicantina de Dénia, donde el acusado y dos amigos suyos pasaron unas vacaciones en el verano de 2014, según se recoge en la sentencia hecha pública hoy.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a Doru Florin R., de 24 años, como autor de un delito de homicidio y otro de robo con violencia, mientras que sus dos cómplices, como él de nacionalidad rumana, continúan acusados del crimen pero todavía no han sido extraditados por Rumanía.

La sentencia establece que los tres sospechosos conocieron a Ángel N.J., de 58 años, a principios de ese verano en la estación de autobuses de Méndez Álvaro, en Madrid, donde la víctima residía.

El hombre inició una relación sentimental con uno de los acusados que aún no ha sido juzgado y lo acogió junto a sus amigos en su casa de la capital de España, durante un periodo en el que sufragó los gastos de todos ellos porque ninguno tenía trabajo.

En agosto, Ángel N.J., invitó a los tres jóvenes rumanos a pasar unas vacaciones en su apartamento de la urbanización Sueños, en la localidad alicantina de Dénia, donde acudía cada verano por esas fechas.

Tras pasar unos días de descanso en este domicilio, conscientes de su "alto nivel adquisitivo" y "cansados de depender económicamente de su anfitrión", Doru Florin R. y sus amigos, M.D. y D.F.R., planearon robarle "la mayor cantidad de dinero" que pudieran antes de regresar a Rumanía, según la resolución judicial.

Así, el 15 de agosto, después de cenar, cuando Ángel N.J. se fue a su dormitorio para descansar, los acusados le siguieron, le abordaron en la cama, le golpearon y le amenazaron para que revelara dónde escondía el dinero.

La Audiencia de Alicante ha declarado probado que le ataron de pies y manos con un cinturón y unos cables y le introdujeron un calcetín en la boca que bloqueó su garganta y provocó su muerte por asfixia.

Los presuntos ladrones revolvieron la casa y se apoderaron de 10.000 euros que el fallecido guardaba en un armario y su cartera antes de huir de la vivienda, donde una sobrina de la víctima descubrió el cadáver cinco días más tarde.

Durante el juicio, que se celebró el pasado 24 de noviembre, Doru Florin R. admitió que había participado en el robo y haberse repartido después el botín con sus dos amigos, pero negó que fueran conscientes de que habían matado a Ángel N.J.

Los magistrados no creen su versión por cómo envolvieron el cuerpo en unas sábanas y han dictaminado que los tres acusados actuaron "de forma concertada con el objeto de impedir cualquier posibilidad de defensa por la víctima", una persona de una edad considerable que, además, estaba enferma, por lo que les aplica la agravante de abuso de superioridad.

Sin embargo, el tribunal ha aplicado al procesado la atenuante de colaboración con la justicia por confesar el crimen y ayudar a esclarecerlo, algo que intentaron impedir sus cómplices con una agresión por la que cumplen condena en Rumanía.