Un pensionista y un trabajador alicantinos, en un parque de la ciudad.
Un pensionista y un trabajador alicantinos, en un parque de la ciudad. - JUAN CARLOS SOLER
ESTUDIO DE INECA

Un trabajador alicantino cobrará igual que un pensionista dentro de cinco años

El instituto empresarial revela la proyección salarial preocupante y alerta del modelo «agotado» de competitividad basada en bajos precios y márgenes de beneficio

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Un trabajador alicantino cobrará -de media- igual que un pensionista dentro de cinco años, si se mantiene la tendencia en esta provincia desde el año 2000 hasta la actualidad. Aunque se trata de una proyección a 2021, los datos del pasado reciente han llamado la atención a los empresarios agrupados en el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca).

Si al principio del periodo analizado, un asalariado percibía 11.134 euros de ingresos anuales frente a 6.662 de un jubilado, es decir, un 67% más, y con algunos altibajos se mantenía esa diferencia durante toda la década, a partir de 2011 se ha producido una caída notable y constante, de forma que el año pasado, un trabajador activo se lleva a casa 15.126 euros mientras que el pensionista dispone de 12.369, solo un 22% menos.

Según el análisis del presidente de Ineca, Perfecto Palacio, esa situación hipotética de que uno y otro tengan los mismos ingresos, al ir aumentando las pensiones por ley mientras se merman los sueldos, carece de sentido, por lo que ha apelado en la presentación del último informe de coyuntura económica a «cambiar un modelo productivo agotado, que basa la competitividad en que los trabajadores hagan sacrificios y en reducir los márgenes empresariales con precios bajos».

De hecho, la evolución del IPC le da la razón, porque la inflación interanual alicantina casi triplica en valores negativos la nacional, el -1,24% frente al 0,45%. De ahí que este grupo empresarial haya lanzado este mensaje de alerta, al ver también cómo otros indicadores reflejan que esta provincia frena su recuperación a diferencia de la tónica general en España.

Energía solar

Como recetas para cambiar esta dinámica, Ineca sugiere ya algunas de posible aplicación inmediata. La primera, que la ley «no penalice el autoabastecimiento energético» que ofrecen las placas fotovoltaicas, en un territorio con varios miles de horas de sol al año, una baza «competitiva».

Además de hacer más «óptimo» el aprovechamiento de los recursos en las empresas, reclaman equipararse a las «ventajas fiscales en otras regiones», no solo Navarra y el País Vasco, por su régimen foral, sino también a otras como Madrid, donde el Impuesto de Sociedades y de Transmisiones deja a los alicantinos en peores condiciones competitivas. En general, también piden eliminar tasas y carga burocrática para las empresas.

En el lado positivo de la evolución económica alicantina -además del turismo y la construcción, aunque las exportaciones se estancan- el técnico de Ineca Francisco Llopis ha resaltado el mayor tamaño de las empresas, que han pasado a contar con una media de 7,33 trabajadores, todavía lejos de los 9,66 en España, si bien se ha reducido esa distancia al pasar del -27,5% en 2008 al -23,5%.

Entre los factores que han influido en esa mayor estructura de personal, la reincorporación al mercado de trabajo como asalariados de algunos emprendedores que habían iniciado su negocio y no han visto viabilidad al mismo, o han preferido las condiciones de estar contratados por cuenta ajena.

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