El jefe de la policía local de Capellades denuncia al alcalde de la CUP por acoso y «persecución laboral»

El jefe de la policía local de Capellades (Barcelona) denunció hace unas semanas al alcalde de la localidad, Aleix Auber (CUP), ya que está siendo víctima de una «brutal persecución laboral» por negarse a retirar multas a los amigos del alcade y miembros de la CUP.

Miguel Hernández, que lleva 26 ejerciendo de policía local en la población sin un solo punto negativo en su expediente profesional explicó a varios medios que interpuso denuncia ante los Mossos d'Esquadra por un supuesto atentado contra los derechos de los trabajadores y prevaricación. El caso está ya en fase de instrucción judicial.

Desde hace unos días, una de las hijas del agente está pidiendo ayuda a través de la plataforma Change.org indicando que su padre «está destrozado, desilusionado de la profesión de policía, deprimido y triste, pese a haber dado tanto por esa su gran vocación de ser policía, y haber ayudado a tanta gente" en Capellades.

En este sentido, la inicitiva de Change.org pide la dimisión del alcalde Auber, y en solo unos días ya tiene el respaldo de más de 6.300 firmas.

Por su parte, el alcalde niega esta acusación del jefe de la policía local y asegura que nunca ha presionado ni recriminado nada al policía, y ha informado de que el agente está siendo objeto de un expediente laboral.

Multa a una concejal por positivo de alcoholemia

Según el agente, cuando la CUP entró en el gobierno municipal tras las últimas elecciones, en 2015, pasó a ser víctima de una «brutal persecución laboral» por su actuación como agente, hasta el punto de que el expediente abierto es un «expediente disciplinario ficticio».

El policía atribuye este acoso a que se negó a retirar denuncias de tráfico a los amigos del alcalde, que se lo pidió cuando llegó al gobierno municipal. El agente pone de ejemplo el caso que le sucedió -siempre según su versión- cuando una semana antes de las elecciones de mayo de 2015 multaron a una candidata de la lista de la CUP, que ahora es concejal de Cultura, porque dio positivo en el control de alcoholemia tras estrellar su coche contra un árbol en el centro del municipio.

Cuando la CUP ganó las elecciones, el nuevo alcalde recriminó al jefe de la policía local esta actuación, alegando, según el denunciante, que no la tendrían que haber multado ya que aquel incidente afectaba al partido.

A raíz de su actuación como agente, el equipo de gobierno municipal le abrió un expediente disciplinario «ficticio, saltándose todos los procedimientos y la legislación», a su entender, para que deje su puesto de trabajo, motivo por el que denunció el caso ante los Mossos d'Esquadra.