La haltera berciana Lydia Valentín, con su medalla de bronce lograda en Río 2016
La haltera berciana Lydia Valentín, con su medalla de bronce lograda en Río 2016 - EFE
RÍO 2016

Un sueño hecho bronce

Una medalla y dos diplomas, el balance de los ocho deportistas de Castilla y León que viajaron a los Juegos Olímpicos

Valladolid Actualizado: Guardar
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Castilla y León viajaba a Río con 8 sueños olímpicos. Y regresa con buena parte de ellos cumplidos, algún disgusto y solamente una medalla. Un bronce y dos diplomas han sido el bagaje en forma de trofesos de los ocho representantes que la Comunidad envió formando parte de la delegación de España en tierras brasileñas.

Lydia Valentín, que partía como favorita para la prueba de halterofilia, cosechó un bronce en la categoría de menos de 75 kilos y desatascó el medallero español, frenado desde el oro de Mireia en natación.

Días después, María Bernabéu hacía soñar con las medallas, pero una derrota en el tiempo extra (llamado en judo «técnica de oro») tras un combate muy igualado, privó a la salmantina de subir al podio en su primera participación en unos Juegos.

Horas antes, María Casado y el equipo de rugby 7 femenino lograban también un histórico diploma olímpico tras vencer a Fiji y quedar séptimas. Antes, Australia las habían apeado de las semifinales y las vecinas de Francia, del quinto lugar. No ha habido mas recompensa para la expedición castellano y leonesa.

El atletismo dio buenas noticias y provocó también alguna amargura. El 13 de agosto fue nefasato para España. Una opción clara de medalla en los 20 kilómetros marcha como Miguel Ángel López no logró ni siquiera acabar entre los diez primeros y el tercer español en liza, el leonés Francisco Arcilla, no cumplía con su propósito para Río 2016. Se había marcado como objetivo repetir su marca personal del año, la cuál le hubiera permitido entrar en el Top30, pero finalmente cruzó la línea de meta en el puesto 55º con un tiempo de 1h25:50.

En el estadio era el turno del leonés Álvaro de Arriba, quien también debutaba en unos Juegos Olímpicos. Su posición es distinta. Se quedó a cinco centésimas de pasar a semifinales en los 800 tras cuajar un buen papel. Estuvo atento en la salida, mantuvo el ritmo en los primeros metros y supo atacar en el final de la carrera, pero no lo suficiente para pasar de ronda. Sin embargo, se va satisfecho de su primera vez en un evento de esta magnitud y dada su juventud sabe que tendrá una nueva oportunidad en Tokio 2020.

Oportunidad que se le escapó, días antes, al segoviano Javier Guerra. Estaba previsto que participara en la maratón y que registrara una buena marca, pero una inoportuna tromboflebitis en el gemelo izquierdo no le dejó ni siquiera vestirse de corto calzarse las zapatillas en las calles de Río.

Las últimas en competir fueron las leonesas Sabina Asenjo y Carolina Rodríguez. La lanzadora de disco no tuvo opciones y fue, quizá, una de las decepciones. Se despidió de la cita olímpica con un nulo y con un lanzamiento anterior de 56,12 metros, a casi 5 de su récord, mejor marca de España, que había cosechado apenas un mes antes en Gijón. Llegaba en buena forma, pero el peso de participar en unos Juegos Olímpicos lastró a la berciana.

En su retirada, Carolina Rodríguez, a sus 30 años, Carolina Rodríguez logró clasificarse para la final de gimnasia artística. Un logro con gran reconocimiento. «Emocionada», la leonesa reconocía que el diploma logrado «sabe a medalla»

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