Pablo Álvarez, en su sala de barricas
Pablo Álvarez, en su sala de barricas - Ical
Entrevista a Pablo Álvarez

«La Ribera del Duero ha muerto un poco de éxito»

El consejero delegado de Vega Sicilia cree que «se han hecho muchas barbaridades» y que hay que mejorar más para superar el crecimiento desordenado

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«El vino es suficientemente grande por sí mismo, no hace falta que el hombre lo haga más. Hay que respetarlo y saber hacerlo bien». Pablo Álvarez (Bilbao, 1954), consejero delegado de Tempos Vega Sicilia, se sincera ante la agencia Ical en una entrevista en la que no duda en afear las «barbaridades» que se han hecho en la Ribera del Duero con la entrada de inversores ajenos. Sus principales activos son las viñas de esta finca ubicada en Valbuena de Duero, sostenidas sobre un terruño especial que hace a este vino exclusivo. A pesar del avance de la técnica, cree que el vino aún es un «producto natural, un ser vivo que no se puede tecnificar mucho y que se hace con los cinco sentidos».

«A veces le tratamos de dar una perspectiva que no tiene», asevera.

¿Qué es para usted el vino?

El vino es un ser vivo y no se puede tecnificar mucho. Se hace con los cinco sentidos y, a pesar de que la técnica cada día está más avanzada, aún es un producto natural. A veces le tratamos de dar una perspectiva que no tiene; el vino es suficientemente grande por sí mismo, no hace falta que el hombre lo haga más. Hay que respetarlo y saber hacerlo bien.

«Lo más importante es la viña y cada cosecha está basada en su desarrollo, que es el gran desconocido del aficionado al vino»
Pablo Álvarez

¿Qué tiene Vega Sicilia que no tengan otros?

La diferencia es el sitio, el espacio en el que se encuentra la viña que produce esta uva. La realidad es que los vinos son muy diferentes, con una personalidad muy determinada, una forma de ser distinta. El gran valor es haberlo tenido y aprovechado durante más de 150 años. Un periodista alemán me dijo que los vinos de la Ribera del Duero le gustaban mucho, pero ninguno tenía el alma de Vega Sicilia. No es sólo la técnica, que ayuda a hacer buen vino, indudablemente hay algo más.

Cuando toma las decisiones o concibe el trabajo o la añada, ¿en qué valores e ideas se fija Pablo Álvarez?

En Vega (cómo él nombra a la finca continuamente), la viña es muy complicada, porque vivimos con un clima muy complicado. En París, en un encuentro con las 50 mejores bodegas del mundo, les dijimos que un 24 de mayo habíamos tenido dos grados bajo cero y un 24 de septiembre, antes de la vendimia, una helada. Y no se lo creían. Lo más importante es la viña y cada cosecha está basada en su desarrollo, que es el gran desconocido del aficionado al vino.

¿Cómo definiría sus vinos?

Me dan envidia los bodegueros franceses, que definen lo suyo con una poética increíble. No sé hacerlo. Yo sólo dirijo esta orquesta y cada uno toca un instrumento. Yo procuro que lo hagan bien para conseguir vinos que son auténticas obras de arte.

«No me quedan demasiados años porque no me conviene. Es como las cepas. Al contrario de lo que dice la gente, las más viejas no dan la mejor uva»
Pablo Álvarez

¿Qué es Vega Sicilia para usted?

Es mi vida. No he trabajado prácticamente en otra cosa. No sabía nada de vino cuando vine aquí, pero me gustó. No me quedan demasiados años, porque no conviene. Es como las cepas. Al contrario de lo que dice la gente, las más viejas no dan la mejor uva.

¿Cuál es su lugar en la historia de Vega Sicilia?

Durante más de 150 años, los propietarios siempre hemos sabido mantener la filosofía que creó Eloy Lecanda, un señor que fundó una bodega en un sitio en el que no había ninguna otra, sólo viña para particulares. Él creo el concepto de lo que hoy es Vega Sicilia y los demás lo hemos continuado. Nosotros tomamos decisiones que nadie del mundo del vino hubiera tomado y por eso tenemos nuestro lugar en el mundo, en el que somos la bodega española más reconocida, que ya es bastante.

¿Y el futuro?

El futuro es estupendo. Seguimos avanzando en la carrera por hacer mejores vinos y seguir dando a conocer nuestro producto. Pero hay que recordar que somos españoles, los hermanos pequeños en el mundo del vino. Cualquiera que empieza a beber vino fuera, pide un francés. No hemos sabido estar, porque nos han pasado los italianos por un lado, los argentinos por otro, los norteamericanos o chilenos. Nos miramos al ombligo, cuando hacemos vinos magníficos. Es un problema nuestro, personal. Hay que moverse, enseñar. Si no te conocen, no existes.

¿Qué representa Vega Sicilia para Castilla y León?

Somos la marca más reconocida de Castilla y León a nivel mundial. Me han contado muchas anécdotas, pero recuerdo una cuando nació Caja España, que encargaron un estudio a una compañía de Nueva York que luego creó el nombre y el simbólico toro. Ellos no sabían donde estaba la entidad hasta que le dijeron que era donde estaba Vega Sicilia. Y en negociaciones con el primer fondo del mundo, la Junta citó a la bodega para situar Castilla y León.

¿Cómo ha evolucionado el mundo del vino?

A finales de los 70, el vino pasó de ser en España un producto de alimentación a uno cultural. En aquel momento, se consumía para aportar calorías al cuerpo. En los años 80-90 se produce el gran boom del vino y luego se completa una renovación total de las bodegas y regiones en España. Ha habido una época anterior a la crisis, con la burbuja, en la que demasiada gente se metió en el mundo del vino y todo el que tenía dinero quería una bodega. Un constructor me llamó y me dijo que su bodega también le daba problemas... ¡Claro! Pero en calidad, nunca ha habido tan buenos vinos como hay hoy.

¿Cómo define la salud actual del vino?

Nunca el mundo del vino ha movido tanto dinero y riqueza como ahora. No acabo de entender que esté bajando el consumo pero a la vez haya más bodegas... Aquí hay casi 300, cuando durante 70 años, Vega Sicilia fue la única de Ribera del Duero, desde 1864 a 1927 que se creó Protos. Y en 1982 había 14. La situación no es perfecta, pero es bastante buena.

Del 8 al 4 y a por el notable

¿Y la Ribera del Duero, hacia dónde debe evolucionar?

La Ribera tiene que mejorar más. Ha muerto un poco de éxito. Todo el mundo ha venido y se han hecho muchas barbaridades y todo eso se tiene que sosegar. Hay que hacer bien las cosas. Este mundo está inventado hace muchos años. No se ha descubierto nada nuevo; aunque se hacen mejor los vinos. Ribera del Duero explosionó por su éxito muy rápido, con bodegas creadas a lo tonto, sin criterio, búsqueda de terrenos poco apropiados. En Vega Sicilia tenemos registrados 19 suelos diferentes y la mayor parte de la finca no es apta para el cultivo de la viña. En la Ribera ha habido un crecimiento desordenado, pero ya está cambiando y hay bodegas que cada vez lo hacen mejor. Si la calidad media de la Ribera empezó con un 8, luego bajó a 4 y ahora está aumentando hacia una calidad media altísima. Ribera podría tener varias bodegas como Vega Sicilia; faltan años, pero todo es posible.

¿Y una regulación empresarial?

También es necesaria. Los promotores y constructores, por suerte o por desgracia, prácticamente todos han desaparecido. No han cerrado las bodegas, pero están en manos de los bancos o han cambiado de dueño.

¿Cuál es el papel de Vega Sicilia en la comarca?

No queremos jugar ningún papel, pero es indudable que hemos sido la locomotora de Ribera del Duero. A cualquier lugar del mundo donde voy, lo primero que dicen todos los bodegueros es que están al lado de Vega Sicilia, estén realmente al lado o a 80 kilómetros. Me parece bien. El día que dejemos de ser el ejemplo a seguir tendremos que preocuparnos. No siento que se nos utilice, somos la bodega más prestigiosa de España a nivel mundial.

Cerveza, el archienemigo

Cambiando de tema, ¿cómo interpreta la preocupación existente por la escasa incorporación de los jóvenes?

Pienso que no es una generación totalmente perdida, sino que se incorporan más tarde al mundo del vino. Hay otros países en los que entran antes. Quizá es una cuestión de tiempo. En un momento determinado empezarán, pero está la competencia de la cerveza. A mis hijos les he educado en el aprendizaje del consumo de vino y algo siempre les queda.

«Recomiendo a los jóvenes que aprendan con gente que sabe, sin florituras»

¿Falta pedagogía o es que se asocia el consumo a las élites o a los mayores?

Estamos hablando de un producto que es delicado porque es alcohol, y tratar de establecer pedagogía es difícil. Se puede hacer en cada casa al nivel que sea, porque vinos hay

«Hay mucha chorrada en el mundo del vino. Queremos ser tan diferentes y exclusivos que cada uno contamos una mentira»
Pablo Álvarez

muchos. En cualquier afición que se tenga siempre se empieza por lo más sencillo. Tras años, lo que te empezó a gustar, no tiene nada que ver. Hay que pasar por estilos de vinos más sencillos y más complejos. Por lo que tengo entendido, quien quiere escuchar ópera no empieza por Wagner, porque no vuelve a pisar por ella. Le recomiendo aprender a los jóvenes con gente que sabe, sin florituras. Una famosa catadora dijo una vez de un vino que sabía a 'camisón de moza joven' (risas). ¿A qué huele eso?

¿A 'camisón de moza joven'?

Sí, es un error. Hay mucha chorrada en el mundo del vino. Te empiezan a describir un vino y utilizan adjetivos y tecnicismos difíciles de entender. Queremos ser todos tan diferentes y exclusivos, que cada uno contamos una mentira. Pensamos que esto es jauja, sueltas una cosa y la gente se lo cree. Esto debe ser una parte del mundo del vino, debe ser un 20 por ciento de la historia, de poética, leyenda, pero no lo fundamental.

¿Cómo es el cliente tipo de Vega Sicilia?

Hay de todo. No es cierto que sea sólo para ricos. Tenemos clientes adinerados y otros que no. Al final es un tema cultural y cada uno adapta las veces que consume este producto a su nivel económico. Nosotros tenemos 5.000 clientes, el 80 por ciento particulares, y muchos son generaciones que lo transmiten.

¿Cómo les ha afectado la crisis?

De todas las crisis se sale. Ya tenemos que empezar a prepararnos para la siguiente, ahora que parece que huimos de ésta. En España sí la hemos notado, principalmente Pintia, la bodega de Toro, y a pesar de ser el más barato de nuestros vinos. Vega Sicilia no ha sufrido nada. Ya hemos notado la mejoría desde hace más de un año.

Toro nunca llegará a tener la elegancia y complejidad de Ribera

¿Cómo se ven los vinos de Castilla y León en el exterior?

La Comunidad debe seguir trabajando y haciendo las cosas bien, pero nunca su vino ha estado donde está ahora. Hay zonas donde hay que ir a vender cuatro millones de botellas porque no van a tener mejor vino por hacer 400.000. Sin embargo, soy de la opinión que en la Ribera del Duero, como en Rioja, se deben producir grandes vinos, y eso no se hace con cuatro millones de botellas. En cuanto a Toro, siempre he dicho que nunca será la Ribera del Duero, con conocimiento de que tenemos una bodega allí. Si valoramos los vinos del 1 al 10, en Ribera se puede hacer uno de 10 y en Toro, de 7 u 8, pero tanto mérito tiene hacer uno de 10 en Ribera que uno de 8 en Toro, que nunca llegará a tener la elegancia y complejidad de Ribera.

¿Cómo ha cambiado el gusto por el vino?

Hoy en día gustan los vinos un poco más frescos. Antiguamente no se conocía otra forma de hacer vino. Imaginad como estarían unas barricas que se tiraban meses en barco para cruzar el Atlántico y llegaban al puerto de Vera Cruz con 40 grados. Dicen que los romanos les echaban agua, aunque no me extraña porque igual no había otra manera de beberlo (risas). Los vinos han cambiado por la técnica, que permite una mejor elaboración y mayor conservación, viajan mejor. Esto ha permitido que gusten los más frescos. Pero también el estilo de vida ha cambiado. A mi también me gustan esos vinos, aunque hay algunos viejos que te extrañan de lo buenos que están. Probé uno nuestro de 1915 y disfruté tomándolo.

Siempre ha mostrado interés por los vinos de Jerez, ¿se le resisten?

Desde siempre me han gustado los finos. Me parecen unos de los vinos más prestigiosos, junto con Rioja y Ribera del Duero, pero no nos han querido vender cuando hemos intentado comprar allí. No obstante, creo que también tienen que hacer las cosas mejor.

¿En qué situación se encuentra el proyecto de un hotel en la finca?

Es un tema muy parado. Es un proyecto bonito, pero tenemos que centrarnos en lo que sabemos y en lo que hacemos, que es vino. Es atractivo, pero una profesión difícil y por desarrollar en la Ribera del Duero, donde hay hoteles que cierran en invierno por falta de demanda.

«Es bueno que la familia siga, pero no puedes poner a un tonto de la familia»

¿Cómo gestiona la participación de la familia en la bodega?

Me parece que es bueno que la familia siga, pero no puedes poner a un tonto de la familia. Hay que tener cierta cabeza y estar preparado. Esta situación llevó a que la bodega cambiara de propiedad. Si a alguien no le gusta este mundo es mejor que lo venda. Que siga un hijo o un sobrino, pero con cabeza.

¿Y la situación corporativa?

Mi padre falleció y se ha cerrado una parte del ciclo de problemas de los últimos seis años. No cambia nada, porque cada uno tiene su posición y esto seguirá como estaba en materia de propiedades.

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