Las réplicas

Al seísmo socialista le quedan ahora las réplicas que se producirán en las comunidades autónomas, porque lo que para muchos fue el final, para otros es el comienzo de la verdadera guerra por una ideología, una estructura y entre unas personas, que se odian. Imposible atisbar cómo repercutirán las réplicas en Castilla y León, aunque se vislumbran algunos hechos en el paisaje asolado por la batalla. La primera consecuencia, el escaso peso de los socialistas de la Comunidad, ninguno en la gestora. Esto dice poco de Tudanca, demasiado vocero de Sánchez y poco implicado en la región y en el PSCL. Para su supervivencia y la del partido tiene que arremangarse y demostrar liderazgo, propio, no delegado, con trabajo, capacidades y conocimientos, hasta la fecha ignotos.

La segunda, con repercusión en la anterior, la disparidad de criterio entre el secretario general y la presidenta, Soraya Rodríguez: el sí contra el no, sobra uno de los dos.

La tercera, la pelea de gallos en el corral del no. Mientras Tudanca ha estado gris en la semana de autos, Puente se ha movido y significado a favor de las tesis «sanchistas». Ha jugado sus cartas y si pintan oros, le moverá la silla al secretario general, si bien para conseguirlo deberá mejorar en sutileza, estrategia y visión a medio plazo ¿No hubiera sido más inteligente optar por un prudente silencio? La cuarta, las maniobras del caballo de Troya, Óscar López: oportuno para bajar el perfil en momentos delicados para Sánchez, probablemente en busca de fichar por una tercera ejecutiva diferente. Y la quinta: mal harían si persisten en confundir militantes y votantes, y en creer que los que llenan un polideportivo (con autobús y bocadillo) son representativos al cien por cien de toda la militancia.