«La política no es una profesión; hay que llegar desde otra responsabilidad»

-¿Por qué decide presentarse a presidir el PP de Valladolid?

-Porque creo en este partido y he recibido el ánimo de más del 90 por ciento de los alcaldes y del 85 por ciento de los portavoces. También ha habido muchos jóvenes que me lo han pedido, y afiliados que me han solicitado que diera ese paso.

-¿Qué ofrece?

-Ofrezco un compromiso, un empeño de mi palabra en aras de conseguir una unidad para el futuro a través de la renovación, la participación, que los afiliados sean el eje central de la vida de este partido, que seamos capaces de dar respuestas a las personas y lo hagamos con una gestión participativa y transparente para volver a ganar donde perdimos, donde no lo hicimos suficientemente y donde ganamos.

-¿Cuál es su baza frente al otro candidato?

-No sé cuales son las del otro. Sí puedo decir que el proceso lo afronto con muchísima ilusión, responsabilidad, con ganas de renovar este partido y contando con experiencia. La renovación no tiene que ver con la edad, sino con lo nuevo; y la experiencia, tampoco. Tiene que ver con aquello que has ido adquiriendo a lo largo de tu vida y que son conocimientos vitales. Tenemos que contar con los mejores, sean o no jóvenes sean o no mayores. Tenemos que renovar, y yo lo voy a hacer.

-¿Y su seña de identidad?

-La unidad para el futuro, que es el lema que llevamos en la campaña porque sólo somos fuertes si estamos unidos y si queremos ganar, previamente tenemos que estar fuertes. Grandes objetivos que se concretan en recuperar el Ayuntamiento de Valladolid y recuperar el alfoz, porque sólo gobernamos en cuatro municipios del alfoz. El sustrato de todo esto es entender la política pasando por dos premisas. La primera es que la política no es una profesión, es servicio. La política no puede ser un oficio, a ella tiene que venir uno desde otra responsabilidad en el ámbito privado o público. La otra premisa es la provisionalidad, la temporalidad en la política y en cada uno de los puestos políticos. Ocho años es un tiempo más que prudente para ocupar un cargo público.

-De este proceso, ¿el partido puede salir dividido?

-En el Congreso regional alguien pudo plantearse eso, pero hemos salido fortalecidos y unidos. Voy a luchar para que no suceda con todas mis fuerzas. Que salgamos divididos sería lo peor que nos podía ocurrir.

-Si gana las primarias, ¿le ofrecería la Secretaría General a Carvajal?

-El tema de los puestos no me lo he planteado. Yo estoy trabajando con mi equipo en el terreno de las ideas, los modelos de gestión, de cómo hacemos que el afiliado participe, que es lo importante. Ése es el gran reto. La clave de todas las organizaciones está en la participación, porque el ciudadano está desincentivado.

-Pero la integración siempre pasa por puestos.

-Discrepo. La integración tiene que hablar de modelos de gestión, de organización, de procesos... Luego habrá que hablar de puestos, pero no es el momento.

-¿Percibe que el presidente regional del PP apoye a García Carvajal?

-Me atengo a lo que él me ha dicho y es que va a mantener, como no podía ser de otra manera, la neutralidad, y estoy convencido de que va a ser así.

-Pero usted en el Congreso regional apoyó a Antonio Silván. ¿Eso puede ser un handicap?

-No. En el Congreso regional, el PP de Valladolid mantuvo una posición totalmente neutral, no hubo una manifestación en ningún sentido. Yo creo que fui de los primeros dirigentes en cerrar filas y mostrar total apoyo en torno a Mañueco.

-Molestó bastante su órdago en el Congreso regional avisando que se pasaría al Grupo Mixto si no se atendían sus peticiones.

-Estoy muy conforme y satisfecho con el resultado de esa negociación. En lo que la gente dice que hubo no voy a entrar porque pertenece a la parte privada de cualquier negociación. Máxima lealtad a Mañueco y al PP de Valladolid. Sí puedo decir que soy un hombre del PP, seguiré siéndolo y me moriré siéndolo