Sólo los padres de 24 alumnos de los 20.400 conovados se negaron a hacer el examen
Sólo los padres de 24 alumnos de los 20.400 conovados se negaron a hacer el examen - F. HERAS
Educación

Los padres, sobre la reválida de sexto de Primaria: «Se somete a los niños a un estrés innecesario»

Hoy continúan los exámenes en 815 centros educativos de la Comunidad

Valladolid Actualizado: Guardar
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Nervios, confusión e inquietud eran las sensaciones vividas ayer por alumnos, padres y profesores de los centros educativos de Castilla y León momentos antes del inicio de la primera jornada de las evaluaciones individualizadas de sexto de Primaria establecidas por la Lomce y conocidas como reválida, que no terminan de convencer ni a los estudiantes, ni a los docentes ni a los progenitores. El primero de los dos días en que se celebrará la prueba transcurrió con «total normalidad» y sólo los padres de 24 de los 20.400 estudiantes que estaban convocados se negaron a realizar el examen, según los primeros datos aportados por la Junta de Castilla y León.

De los alumnos contabilizados por el Gobierno autonómico que no se han presentado a la prueba voluntariamente, en los que no se incluyen aquellos que estaban enfermos o acudían a consultas médicas, más de la mitad se encuentran en Zamora (14), mientras que dos son de Ávila; tres, de León y cinco, de Soria.

Preocupación en los padres

Hacia las nueve de la mañana comenzaron en los 815 centros que imparten sexto de Primaria las evaluaciones, a las que los alumnos de ese nivel del colegio Jesús y María de Valladolid llegaban nerviosos, pese a que sus profesores ya les habían advertido de que la prueba no tiene efectos académicos y les habían orientado sobre el tipo de preguntas a las que se iban a tener que enfrentar. Pero los nervios son inevitables y lo que más preocupaba a los escolares era, por un lado, que les hicieran preguntas sobre contenidos de algunas asignaturas que aún no han podido abordar en clase y, por otro, en el caso de Ciencias que el examen de esa materia se realiza en castellano, mientras que ellos cursan esta materia en inglés. Por eso, en los últimos días han avanzado en el temario de cara a la prueba, como explicaron Ángel y Esther, dos de los alumnos que se enfrentaron ayer a los primeros exámenes de la prueba, centrados en comprensión lingüística y científica.

En los padres de los estudiantes se apreciaba preocupación por la intranquilidad de sus hijos ante la prueba y, sobre todo, confusión por los cambios producidos a lo largo de este último año y por la forma de calificar los exámenes, aunque todos tenían claro que no tendrá valor académico. «Es un examen diferente al que normalmente están haciendo porque no suelen responder a preguntas tipo test», aseguró Ana Rodríguez, madre de uno de los alumnos del colegio Jesús y María. La información la han recibido con «cuentagotas» por parte del centro educativo porque los profesores tampoco han sabido «nada» hasta una semana antes de la prueba, indicó otra de las madres de los alumnos de sexto, Ana Vigo, quien señaló también que no han conocido hasta el día anterior que los estudiantes tenían que llevar calculadora para el examen: «Se somete a los niños a un estrés innecesario». «Ganas de presionar a los niños» y una «ocurrencia absurda para chavales de 11 y 12 de años que no tienen edad para este tipo de pruebas» es para dos de los padres de los alumnos, Juan Sánchez y Óscar Arranz, la evaluación final de Primaria.

«Muy precipitado»

La precipitación y la mala organización es la principal queja de los profesores, según señaló el director de Primaria del centro, Carlos González. La evaluación puede ser una medida «estupenda» para conocer el nivel de competencias que han adquirido los estudiantes, pero ha sido «muy precipitada» porque las instrucciones se publicaron el el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) el pasado 6 de mayo y la organización, que para un colegio es «tremenda», se ha tenido que hacer a «contrarreloj», dijo. En su opinión, esta prueba servirá también para «indirectamente» evaluar a los centros y a los docentes, aunque la Consejería de Educación ya ha garantizado que los resultados no se conocerán con el objetivo de que no se realicen ránking de los colegios.

Por su parte, la Junta insitió, como viene haciendo los últimos días, en que la prueba no tendrá efectos académicos y que se trata de un mecanismo objetivo de información y orientación para conocer el nivel de competencias adquiridas en el ámbito lingüístico, matemático y científico técnico de los escolares en la fase final de Primaria para introducir mejoras en aquellos apartados en los que sean necesarias.

Pese al miedo inicial, la mayoría de los alumnos de sexto de Primaria del colegio Jesús y María aseguraron que la prueba fue más fácil de lo que ellos esperaban.

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